Como quedó demostrado, la razón ordena transferir el poder y la voluntad de cada uno al hombre o hombres que detentarán la autoridad, así se unifica la voluntad de todos, y la multitud unida en una persona forma un Estado, frente al cual las personas serán en adelante simples súbditos. Esta transferencia de poder y derechos de parte de los individuos al soberano, incluye obviamente el derecho a decidir lo justo y lo injusto, por tanto, lo justo será lo que el soberano afirme como tal. De hecho, según Hobbes, no hay criterio de lo justo excepto la voluntad del soberano, pues en el estado de la naturaleza no hay ningún criterio de lo justo, sino que es la guerra de todos contra todos, la anarquía desordenada, la jungla hobbesiana. A su vez, Hobbes afirma que el súbdito debe serle fiel incondicionalmente al soberano. Obviamente ésta es una apología a la monarquía absoluta, producto del momento histórico en el que el pensamiento de Hobbes tiene lugar. Tal obediencia es exigida incluso frente al soberano infiel. Citaré estos dos fragmentos de Leviatán, simplemente para mostrar la elocuencia del discurso
Respecto de la obediencia del soberano:
“...y cuando el soberano civil es un infiel, todo súbdito que lo haga frente estará pecando contra las leyes de Dios (pues son las mismas que las leyes de la naturaleza), y estará rechazando el consejo de los apóstoles, los cuales advirtieron a todos los cristianos que tenían que obedecer a sus príncipes, y que todos los niños y siervos tenían que obedecer en todo a sus padres y amos...y no quejarse de su legítimo soberano, mucho menos hacer la guerra contra él.”
Respecto de la suma del poder público y sus posibles consecuencias adversas:
“...cuando el poder soberano reside en un hombre, como ocurre en una monarquía, o en una asamblea de hombres, como sucede en los Estados populares y aristocráticos, es tan grande como quepa imaginar. Y aunque de un poder tan ilimitado puedan los hombres imaginar que se derivan muchas consecuencias malas, las consecuencias que se derivan de la falta de él, que es la guerra perpetua de cada hombre contra su vecino, son mucho peores...”
Evidentemente ciertos aspectos de la argumentación de Hobbes son inaceptables en nuestra época. Sin embargo resulta interesante, más allá de la apología a la monarquía absoluta, observar el planteo desde una postura individualista, que es la misma que fuerza a la existencia de una sociedad y por tanto de un Estado, en función de un interés de seguridad para todos en general. Sirve bien su teoría para justificar la necesidad de existencia del Estado como entidad que limita la libertad, para que exista la libertad.
zonaeconomica.com "Contrato Social Hobbesiano" [en linea]
Dirección URL: https://www.zonaeconomica.com/eleccionsocial/contratosocial (Consultado el 24 de Dic de 2024)
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