La producción agropecuaria, en general, y la ovina en particular se caracterizan por la estacionalidad y la especificidad de las tareas que deben realizarse en cada etapa del ciclo productivo y también por la aleatoriedad de los resultados debido a elementos climáticos o naturales.
Según la definición extraída del INDEC , se considera explotación agropecuaria (EAP) a la unidad de organización de la producción que produce bienes agrícolas, pecuarios o forestales destinados al mercado; tiene una dirección ejercida por el productor que asume la gestión y los riesgos de la actividad productiva, con una superficie no menor a 500 m2, integrada por una o varias parcelas ubicadas dentro de los límites de una misma provincia; utiliza en todas las parcelas algunos de los mismos medios de producción de uso durable y parte de la misma mano de obra.
El productor agropecuario es la persona física o jurídica que en calidad de propietario, arrendatario, aparcero, contratista accidental u ocupante, ejerce el control técnico y económico de la EAP.
Características técnicas
La actividad ovina presenta una serie de características técnicas de producción que la diferencian de cualquier otra actividad, ya sea industrial o comercial. Estas deben ser consideradas para su estudio y posterior aplicación de los conceptos económicos correspondientes. Algunas de estas características son:
a) Proceso productivo biológico automático: El proceso productivo en la explotación ovina es un proceso biológico, basado en el empleo de seres vivos que tienen un grado de automatismo. Conocer las leyes de los seres vivos ayuda a optimizar los procesos biológicos.
Esta característica distintiva de la producción responde a las leyes de la naturaleza. Independientemente de la intervención del hombre, una oveja se desarrolla, aunque no en forma ordenada y orientada a una mayor productividad como cuando interviene el hombre. Si se compara esta característica con cualquier actividad industrial o comercial, se observa que en éstas la participación humana no sólo es necesaria sino imprescindible.
b) Ciclo productivo: En general los ciclos de producción son de mediano a largo plazo, coincidiendo con los ciclos biológicos.
c) Suelo como sustrato de la producción: En la actividad ovina la tierra actúa como principio activo y tiene una relación directa con el resultado de la empresa a través de la mayor o menor productividad de la misma; en cambio en una industria o comercio la tierra es sólo el lugar físico donde se asienta el local o la fábrica. Al ser la tierra sustrato de producción y dentro de la estructura de costos uno de los factores de mayor incidencia (a través de la inversión y consecuente costo de oportunidad o como valor que se paga por su arrendamiento), todo lo que a ella se refiere debe ser analizado de manera particular.
d) Dependencia con el medio ambiente: Se refiere a dos aspectos: uno de ellos es la dependencia de las características ecológicas (clima, suelo, sanidad, etc.) normales de cada zona, y el otro a las variaciones posibles de estas características normales. El factor climático es un factor determinante de la producción y agrega una condición de riesgo adicional a la actividad.
e) Rendimientos decrecientes: La producción ovina está limitada por la ley de rendimientos decrecientes, por la cual un factor adicional de producto (por ejemplo, el incremento de la carga animal por hectárea), llegado un límite determinado, no incrementa la producción proporcionalmente, pudiendo inclusive hacerla declinar en determinados casos.
Autor: Marcela Báez
Mendoza, Agosto de 2005
Universidad Nacional de Cuyo
Facultad de Ciencias Económicas
Marcela B "Consideraciones de la Actividad Ovina" [en linea]
Dirección URL: https://www.zonaeconomica.com/explotaciones-ovinas/actividad (Consultado el 24 de Dic de 2024)