Crítica a Silvio Gesell

El orden económico natural. Primera parte: El dinero tal cual es

Escuchemos primero como leyó Gesell a Marx: “Si abstraemos –decía Marx- de las sustancias elaboradas, las cualidades corporales, queda tan solo una propiedad, el valor”. Y escuchemos ahora cómo armó su crítica: “ Quien acepte estas palabras escritas al principio de la obra El Capital sin descubrir en ellas algo sospechoso, puede seguir leyendo tranquilamente. Ya no se pervertirá. Pero quien se plantee el interrogante: ¿qué es una cualidad separada de su materia?, o perderá la razón, o la tachará de tontera, y su punto de partida de fantasía”. El truco principal de este crítico de Marx estriba en tergiversar previamente las palabras de Marx, aderezarlas a su manera, para después armar una crítica a la medida de sus propios intereses. Y no sólo tergiversa las ideas de Marx, sino además las oscurece y las empobrece.

Representemos mediante una ecuación lo que dice Gesell:

Sustancia elaborada – cualidades corporales = valor

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Representemos también por medio de una ecuación lo que dice Marx:

Cuerpo de las mercancías – valor de uso = producto del trabajo,

pero como el valor de uso = propiedades + utilidades, sustituyendo en la primera ecuación tenemos que:

cuerpo de la mercancía - (propiedades + utilidades) = producto del trabajo,

pero como en la utilidad está representado el trabajo útil, sustituyendo en esta última ecuación, tenemos que:

cuerpo de la mercancía – (propiedades + utilidades + trabajo útil) = trabajo humano abstracto.

Es obvio que lo que dijo Marx sobre el valor nada tiene que ver con lo que dice Gesell que dijo Marx. Gesell reduce a una sola proposición lo que es una cadena de razonamientos, cuya riqueza de detalles vimos en la sección primera. No obstante, para ver con mayor claridad lo que se cocina aquí, traduzcamos estas fórmulas a lenguaje corriente. Marx empieza analizando la riqueza bajo el punto de vista del consumo, bajo el punto de vista de que es una cosa que por sus propiedades satisface necesidades humanas, esto es, como valor de uso. Después nos dice que si prescindimos de esta propiedad de la riqueza, la de ser valor de uso, nos queda la propiedad de ser producto del trabajo. Sólo nos dice esta sencillez: abandonemos la esfera del consumo y vayámonos a la esfera de la producción. ¿Qué de fantasmal hay en ver a la riqueza como producto del trabajo? Pues nada. Sucede después que cuando nos vamos al lugar donde son producidas las mercancías, nos damos cuenta que el trabajo tiene un carácter doble: por una parte, es una actividad conforme a un fin, esto es, trabajo útil, y por otra parte, es gasto de fuerza de trabajo, y que este gasto se mide por la duración del trabajo. ¿Qué de fantasmal hay en el hecho de que en todo trabajo se gaste fuerza de trabajo? Pues igualmente nada. La oscuridad proviene originariamente del hecho de que Marx denominó al gasto de fuerza de trabajo con el sintagma ‘trabajo humano abstracto’. Y cómo nadie se preocupó de saber por qué Marx llamó abstracto al trabajo en tanto gasto de fuerza de trabajo, sus críticos entendieron lo de abstracto en el sentido de lo que no se ve. Lo que Gesell atribuye a Marx como esfuerzo de percibir ‘una cualidad separada de su materia”, no es más que el esfuerzo de percibir la producción de la riqueza separada de su consumo. Y como es obvio, el esfuerzo de percibir cómo se produce la riqueza en vez de percibir cómo se consume, no lleva a nadie a perder la razón. Tampoco la percepción del gasto de la fuerza de trabajo, que se mide mediante la duración de la jornada laboral, lleva a nadie a perder la razón. Ya que si no fuera así, estaríamos obligados a decir que los capitalistas y los sindicatos pierden la razón cuando negocian la jornada laboral y el salario. Y la jornada laboral y el salario tienen que ver con el trabajo humano abstracto, esto es, con el gasto de la fuerza de trabajo. Creo que queda suficientemente demostrado lo que dije de Gesell en su crítica a Marx: la esencia de su crítica estriba en tergiversar, oscurecer y empobrecer las ideas de Marx.

Dice Gesell más adelante “La abstracción que hace Marx no puede demostrarse en ningún crisol. Así como se desprende por completo de nuestro entendimiento, también se divorcia de todo lo material. Pero es de extrañar que esta completa abstracción tenga, sin embargo, otra propiedad más: su origen en el trabajo humano. Ciertamente es una “propiedad rara” que se presta a convertir un idioma en jerigonza. El origen de las mercancías forma parte de la historia, no de las propiedades de las mismas,...” Vayamos por parte, porque esta papilla para mendigos no es nada fácil de digerir. Primero, Gesell entiende por abstracción, no la operación mediante la cual a una cosa le restamos otra y nos quedamos con un resto, sino un proceso subjetivo mediante el cual partiendo de lo sensible llegamos a un punto donde ya no se ve nada. Segundo, cuando los padres dicen a sus hijos que la riqueza de la que disfrutan (de la vivienda, de la alimentación, de los estudios y de la diversión) tiene su origen en el trabajo, a juicio de Gesell eso es una “propiedad rara” que transforma el lenguaje que los padres emplean con sus hijos en una jerigonza. Es evidente que cualquier padre, preocupado por el futuro de sus hijos, preocupado por inculcarles el hábito del trabajo duro para que tengan una vida digna el día de mañana, le diría a Gesell: no diga tonterías, no me confunda a mis hijos con palabras que nadie entiende ni sirven para nada. Y tercero, en la vida humana, todo, absolutamente todo, es parte de la historia, de la pasada o de la actual. El trabajo que hace el obrero hoy es historia mañana, pero no será tan estúpido para no reclamar mañana el pago del trabajo que hizo hoy. Si hoy hago una mesa, mañana la mesa seguirá teniendo la misma propiedad: ser producto de mi trabajo. Así que lo que dice Gesell no tiene pies ni cabeza. Me asombra que algunas mentes “lúcidas” hayan afirmado que Gesell sería un buen sustituto de Marx.

Francisco Umpiérrez Sánchez

(Director del Centro de Estudios Karl Marx)

[email protected]

En Las Palmas. 30 de mayo de 2003

Como citar este artículo: 

Francisco Umpierrez Sanchez "Crítica a Silvio Gesell" [en linea]
Dirección URL: https://www.zonaeconomica.com/marx/teoriadelvalor/gesell (Consultado el 02 de Mayo de 2019)



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