En orden a descubrir aproximaciones al pensamiento social cristiano, es importante notar en la década del sesenta el florecimiento, en América Latina, de una dirección de pensamiento conocida como “escuela de la dependencia”, inicialmente surgida como una teoría donde el atraso de las economías subdesarrolladas era visto como consecuencia del avance de las naciones más desarrolladas, y frente a la idea clásica de que el comercio internacional beneficia a todos los participantes, esta corriente defendía que sólo las economías centrales son las que se benefician. Con el tiempo el concepto de dependencia comenzó a adquirir una raigambre más política y referida a la estratificación social, en esta nueva rama de la escuela, se decía que la misma no existía como tal salvo cuando se había incrustado en los sistemas de dominación internos a las sociedades subdesarrolladas.
Como se sabe, la teoría del desarrollo siempre ha interpretado al mismo como la adopción de normas de comportamiento, actitudes y valores identificados con la racionalidad económica moderna, caracterizada por la búsqueda de la máxima productividad, la generación de ahorro y la creación de inversiones que lleven a la acumulación permanente de los individuos y, en consecuencia, de cada sociedad nacional.
Frente a la idea clásica de que el comercio internacional beneficia a todos los participantes, este pensamiento propugnaba que sólo las economías centrales son las que se benefician, la mera existencia del sistema económico mundial implicaba un desarrollo desigual que generaba desarrollo y subdesarrollo al mismo tiempo y en razón a su misma dinámica. Según la teoría de la dependencia, los mecanismos mediante los que el comercio internacional agrava la pobreza de los países periféricos son los siguientes, y otorgan cierta aproximación referida a las denuncias elaboradas por el magisterio eclesial en materia de dependencia económica de los países subdesarrollados:
a) La especialización internacional asigna a las economías periféricas el papel de productores-exportadores de materias primas y productos agrícolas y consumidores-importadores de productos industriales y tecnológicamente avanzados.
b) La monopolización de las economías centrales permite que los desarrollos tecnológicos se traduzcan en aumentos salariales y de precios mientras que en la periferia se traducen en disminuciones de los mismos.
c) La expansión económica tiene efectos diferentes sobre la demanda de productos industriales y la de productos agrícolas ya que su elasticidad respecto a las rentas es diferente. De esta manera, cuando los países de la periferia crecen económicamente, sus importaciones tienden a aumentar más rápidamente que sus exportaciones.
No obstante, cabe aclarar que el marco teórico y el método de análisis de la teoría de la dependencia es el marxismo que parte de la teoría del valor trabajo y de otras nociones como ganancia, renta de la tierra, plusvalía y ganancia. Pero no se limita a ellas; aborda también los problemas sociopolíticos y cuestiones más particulares que atañen al debate político, a la cultura, la tecnología, el conocimiento y la educación. Es decir que dicha escuela surge de una visión economicista o materialista del desarrollo.
Diaz Almada "La Escuela de la Dependencia" [en linea]
Dirección URL: https://www.zonaeconomica.com/node/534 (Consultado el 23 de Nov de 2024)
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