La Participación Ciudadana

 “Lo único que parece claro al principio es que con la expresión participación ciudadana se está haciendo referencia a alguna especie de relación difusa entre Estado y sociedad civil, a una acción de ésta sobre la primera, que además cuenta de antemano con una valoración positiva. Valoración positiva que considera ya sea en cuanto constituiría un medio adecuado para lograr ciertos objetivos definidos como buenos, o porque se piensa que la acción misma es expresión de un valor. De aquí resulta que se plantea para la práctica la exigencia de que se incentive, impulse y desarrolle la participación ciudadana”. 1

Para entender mejor el concepto, primero hagamos una diferenciación entre la participación ciudadana y la participación política.

  • Diferencia con la Participación Política

Independientemente de problemas terminológicos, la participación política se presenta aparentemente como relativamente clara, puesto que es aquella que se relaciona con el poder público que se arroga la representación del Estado. Sin embargo, la relatividad de esta significación de participación política se plantea en cuanto se sale de la reducida esfera del sistema político partidario, puesto que nada determina que la participación política sólo se pueda ejercer a través del sistema de partidos, ni nada impide que a través de los partidos políticos se realice una participación que no sea estrictamente política. De modo que el órgano a través del cual se realice la participación no determina necesariamente el tipo de participación de que se trata.

Al parecer la participación ciudadana no permite un entendimiento desde la teoría; sino más bien, necesitamos conocer sus aspectos prácticos, la finalidad que pretende, para comprenderla mejor.
 
1.2.1. Objetivos de la Participación Ciudadana
Roberto Baño señala que los objetivos de la participación ciudadana comprenden dos escenarios: el público y el administrativo.

  • Escenario Público

“La participación ciudadana es generalmente entendida como una participación en actividades públicas. No tendría utilidad extender el alcance de la participación ciudadana a otras formas de participación social, como las de carácter comunitario, el asociacionismo privado y otras que se desarrollen en función de variados intereses o valores circunscritos a la esfera privada y sin pretender relaciones activas con el poder público”. 2

La participación social corresponde a intereses privados (aunque sean colectivos) de la sociedad civil y reconoce intereses públicos, políticos, ante los que apela. Lo que estará pidiendo es precisamente el reconocimiento del carácter público que tiene su interés privado, pero ese interés privado no se transforma en público, sino que se puede hacer público la consideración de ese interés.

  • Escenario Administrativo

La participación ciudadana pareciera encontrar su terreno específico en la gestión pública, la administración. Se podría señalar que es ante el diagnóstico de determinados problemas en la gestión administrativa donde las propuestas de intervención de los interesados tienen mayor fuerza, tal como se aprecia específicamente con la preocupación existente respecto de políticas públicas.

“La participación de los interesados en la gestión de tales políticas tendría la pretensión de obtener una acción más eficaz y eficiente, rompiendo el formalismo burocrático desinteresado con el impulso hacia la mejor y más directa solución impulsada por los interesados en ella”. 3

Además, las posibilidades de la participación ciudadana se plantean también respecto a toda la administración, donde los interesados directos podrían involucrarse en el mejoramiento de la gestión a través de sugerencias, audiencias públicas, difusión de comunicaciones, evaluaciones, etc.  Asimismo, se plantea como control en el cumplimiento de los objetivos políticamente definidos a través de mecanismos como la planificación y revisión presupuestaria, la información y evaluación de la gestión. 4
Es precisamente el aspecto de planificación el que corresponde al presupuesto participativo, a través del cual la ciudadanía propone y decide las obras y proyectos para beneficio de la colectividad.

      • Los inicios de la Participación Ciudadana en el Perú

Desde inicios de la década de 1980 la Izquierda Unida, que llegaba por primera vez a tener responsabilidades de gobierno en los municipios, aportaba a la gestión pública algo nuevo: su relación directa con las organizaciones. Involucrar a estas organizaciones en los problemas, las decisiones, la gestión de gobierno, era su rasgo característico, lo que sabían hacer. En la década de 1990, son muchos los municipios cuyos alcaldes convocan, como alternativa al autoritarismo y el clientelismo crecientes, mesas de concertación o consejos de participación o comités de desarrollo que abren la gestión municipal a la participación popular. 5
A diferencia de Acción Popular, que convocaba a las organizaciones sociales por su mano de obra a través de Cooperación Popular, la participación en los gobiernos locales con Izquierda Unida se abordaba más como una propuesta política. Pero, Romeo Grompone, citado por María Isabel Remy, identifica que luego, durante la década de 1990 se fueron diluyendo las experiencias de concertación local y participación como propuesta política, de abrir el espacio municipal a las organizaciones populares, para convertirse en una metodología de planificación, crecientemente formalizada, replicable y sustento de una especialización profesional: los facilitadores. 6

      • La Participación Ciudadana como Derecho

 

El derecho al desarrollo es un derecho humano inalienable en virtud del cual todo ser humano y todos los pueblos están facultados para participar en un desarrollo económico, social, cultural y político en el que puedan realizarse plenamente todos los derechos humanos y libertades fundamentales, a contribuir a ese desarrollo y a disfrutar del él”. 7

Teniendo en cuenta que la participación ciudadana nos conduce como fin último al desarrollo, hay que distinguir que la perspectiva de derechos en el tema del desarrollo pasa en primer lugar por la declaración citada; en segundo lugar está inspirada por movimientos autónomos tales como los de las mujeres, los campesinos sin tierras, los pueblos indígenas, luchas sociales, culturales y políticas tanto en el norte como en el sur, según afirma Eyben Rosalind, citada por Eduardo Cáceres Valdivia. 8
Asimismo, Cáceres afirma que la perspectiva de derechos se vincula con el tránsito del clientelismo a la ciudadanía, proceso sistematizado a partir de la experiencia de las democracias occidentales, y que ha comenzado a ser utilizado como marco normativo e interpretativo en nuestro país. El mismo autor define, siguiendo a Andrew Almat, que un rasgo central de la ciudadanía es la participación plena y adecuada en la discusión pública y la toma de decisiones. 9

  • El valor Instrumental del Derecho de Participación

Hay que notar que los derechos además de tener un valor intrínseco, poseen un valor instrumental, que al fin y al cabo es lo que más nos interesa en relación a la participación ciudadana. En tal sentido, Cáceres afirma que: “Los derechos son también, aunque no sólo eso, garantías para el bienestar. La participación, en tanto derecho a de ser una garantía de bienestar”. 10

Esta condición nos sugiere inmediatamente otro elemento adicional para hacerla realidad, que está enmarcado en la relevancia de un término muy usado en la participación ciudadana: “tomar parte”.

  • “Tomar Parte”

Henry Steiner citado por Cáceres señala que es relevante la idea de “tomar parte”. Apunta más allá de las elecciones a una noción más expansiva, que incluye una sociedad civil fuerte, capaz de influir significativamente en la política pública. Esta expresión indica el carácter programático de la participación. 11

Autor: Lic. VLADIMIR LEONEL SEDANO MAYHUA
LIMA, PERÚ, 2007


BAÑO, Rodrigo (1998). Participación ciudadana: elementos conceptuales. En: Nociones de una ciudadanía. Santiago, FLACSO. p. 15

Ibídem. p. 28

Ibídem. p. 33

Ibídem. p. 34

REMY, María Isabel (2005). Los múltiples campos de la participación ciudadana en el Perú: un reconocimiento del terreno y algunas reflexiones. Lima, IEP. p. 23

Ibídem. p. 30

ONU (1986) Declaración sobre el derecho al desarrollo. Adoptada por la asamblea general en su resolución 41/128, de 4 de diciembre de 1986. art. 1.
<http://www.ub.es/solidaritat/observatori/general/docugral/desarrollo.htm>  [Consulta: setiembre de 2007]

CÁCERES, Eduardo (2004). Participación ciudadana desde un enfoque de derechos. En: La participación ciudadana en el presupuesto participativo. Lima, Grupo Propuesta ciudadana. p. 12

Ibídem

Ibídem. p. 13

Ibídem

Como citar este artículo: 

Anónimo "La Participación Ciudadana" [en linea]
Dirección URL: https://www.zonaeconomica.com/participacion-ciudadana (Consultado el 28 de Mar de 2024)



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