2.2.2. Polo Tecnológico Rosario

Con 1.198.528 de habitantes según el último Censo 2010, Rosario es la tercera ciudad más grande del país y la más importante de la provincia Santa Fe, donde es responsable de la mitad del PBI provincial y del 5% a nivel nacional. Genera el 53% del empleo de la provincia y se encuentran radicadas en ella el 62% de los establecimientos industriales santafesinos. Existen unas 3.670 plantas y talleres industriales, dedicadas a actividades como la alimenticia, metalmecánica, maquinaria, petroquímica, siderúrgica, automotriz, papelera, maderera, textil y plástica, que dan empleo a más de 63.000 personas y generan unos U$S 1.000 millones de valor agregado Municipalidad Rosario. http://www.rosario.gov.ar/sitio/caracteristicas/industria.jsp?nivel=Ciudad&ult=Ci_3 (acc. mayo 2011). La industria alimenticia es la principal, representando el 21% de la actividad industrial; Rosario y su zona cuentan con el complejo aceitero más importante del país. Este complejo representa el 50% de la capacidad de molienda y el 68% de las exportaciones de aceites vegetales del país, representando el complejo portuario más grande de Argentina. En los últimos años, la ciudad ha modernizado su dinámica productiva y aparecieron empresas dedicadas al software, los servicios informáticos, así como también la explotación turística.

La dotación de recursos humanos calificados es una de las características de esta ciudad, que cuenta con un elevado número de instituciones académicas. Existen seis universidades (Universidad Nacional de Rosario, Universidad Tecnológica Nacional, Universidad Católica Argentina, Universidad Austral, Universidad del Centro Educativo Latinoamericano y Universidad Abierta Interamericana) que reúnen 18 Institutos de Investigación en el área técnica, 2 institutos de Transferencia de Tecnología y cerca de 80.000 estudiantes universitarios López, Andrés; y Daniela Ramos. La industria de software y servicios informáticos argentina. Tendencias, factores de competitividad y clusters. Buenos Aires: PEC B-107, FLACSO – IDRC, 2008, 106.. A su vez, se estima que cerca del 15% de su población posee estudios universitarios, y un nutrido grupo de investigadores, concentrando la ciudad el 8% del total de investigadores a nivel nacional.

Con este contexto es de esperar que la consolidación de empresas de base tecnológica, así como también la radicación de otras, sea de una gran importancia para la ciudad y con mayor potencial como lo demuestran sus cifras al respecto de este sector de la economía en los últimos años. Según una investigación local, los primeros esbozos de un sector SSI en Rosario surgen a mediados de los años ´70 y se extiende hasta fines de la década posterior, motivada principalmente como respuesta a grandes empresas regionales como Acindar y Siderar, que necesitaban de soluciones informáticas a sus procesos de producción Báscolo, Paula; Castagna, Alicia; y María Lidia Woelfin. El sector de software y servicios informáticos en Rosario. Situación actual y perspectivas. Rosario: 10° Jornadas "Investigaciones en la Facultad" de Ciencias Económicas y Estadística, 2005, 2-3.. En muchos casos, las pequeñas empresas que brindan estos servicios son formadas por los mismos empleados de dichas grandes compañías que se independizan y pasan a ser proveedores de sus antiguos empleadores.

​​

Una segunda oleada de creación de empresas SSI se da en la primera mitad de la década de los ´90, influenciados por un contexto de facilidad para incorporar tecnología importada, mediante las mayores facilidades comerciales y por el proceso de privatizaciones que supuso una reconfiguración tecnológica y organizacional de las diferentes actividades económicas. Posteriormente, hacia fines de esa década se configura la tercera ola de nacimientos de empresas, asociadas al fenómeno de la incipiente expansión de internet y el surgimiento de empresas punto.com.

La última y más significativa ola tiene lugar dentro del nuevo siglo XXI, con el impulso adicional que constituye el cambio de esquema económico luego del abandono de la convertibilidad y por consiguiente una mayor competitividad dada por el tipo de cambio alto. Con este nuevo escenario favorable surgieron varias empresas pequeñas, que nacen directamente con un perfil global y exportador, mientras que a su vez hay un mayor crecimiento de las firmas que ya estaban instaladas por la diversificación que las ventas externas les brindaba. En el caso de los nuevos emprendimientos, eran empresas jóvenes y de capitales locales, que apuntan desde un comienzo a producir software para vender al exterior gracias a la favorable situación cambiaria. Según un relevamiento realizado por el Grupo Polo Tecnológico Rosario (GPTR) a mediados de esta década, se concentran en la provincia de Santa Fe unas 120 empresas relacionadas con la producción y/o distribución de productos y servicios tecnológicos, de las cuales más de 50 firmas informáticas están localizadas en la ciudad de Rosario. El desarrollo de estas empresas se apoya principalmente en la producción y comercialización de software (63%) y un porcentaje menor cuya actividad principal es el desarrollo de hardware, telecomunicaciones, o consultoría. La mayoría de las mismas tienen un grado importante de diversificación de actividades y responden a demandas muy distintas por parte de los clientes.

El crecimiento de la actividad SSI en Rosario tuvo un fuerte impulso del sector público local, que en 1998 presentó el Plan Estratégico de Rosario donde se establecía que, a través de la articulación entre los ámbitos públicos, privados y académicos, que estimule el conocimiento, las actividades científicas y el desarrollo tecnológico, se podía posicionar a Rosario como punto de referencia en el país y en el Mercosur y como espacio de atracción de actividades productivas y de servicios López, Andrés; y Daniela Ramos. Op. cit.. 108-111.. Asimismo, se planteaban dos acciones concretas en materia de política tecnológica y de innovación: la consolidación del Sistema Regional de Desarrollo Científico y Tecnológico y la creación de un Parque Tecnológico. A pesar de esta prometedora iniciativa, no se generaron ámbitos de discusión local ni comisiones de trabajo para tratar estas ideas.

El proceso de surgimiento del Polo Tecnológico Rosario (PTR) comenzó en el año 2000 a partir de la inquietud de un grupo de investigadores de la Universidad Austral quienes toman contacto con tres empresas locales con gran espíritu emprendedor que luego conformaron el núcleo fundador del cluster local. Al igual que en el caso cordobés, la posible instalación de la empresa Motorola (que como se vio se terminó localizando en la ciudad de Córdoba) jugó un papel aglutinante, aunque con una perspectiva más centrada en una posición defensiva que como una fuente de oportunidades Kantis, Hugo. Clusters y nuevos polos emprendedores intensivos en conocimiento en Argentina. Buenos Aires: Universidad Nacional de General Sarmiento, 2005, 55..

Prontamente, la idea de conformar un polo de empresas tecnológicas en la ciudad logró instalarse en la agenda del gobierno, tanto provincial como municipal, brindando espacio físico para llevar a cabo las reuniones y apoyo formal a esta iniciativa, mientras que la Universidad Nacional de Rosario también se sumó a la propuesta. Más tarde se incorporaron la Fundación Libertad y la Universidad Austral, quedando así conformado el grupo fundador. El Polo Tecnológico Rosario se constituyó formalmente en septiembre de 2000 como una asociación civil orientada hacia el aprovechamiento de las ventajas competitivas del sector. El perfil exportador, la obtención de certificaciones de calidad internacional, la atracción de inversiones de base tecnológica, el fortalecimiento de la buena calidad educativa superior de Rosario, estimular el espíritu emprendedor y la vinculación científico-tecnológica se encontraban entre sus motivaciones iniciales. Como dato destacado, el PTR es el segundo polo tecnológico más antiguo del país luego del de Bariloche, aunque como se verá más adelante, éste último surgió en torno a la empresa pública INVAP, por lo cual no es un polo dedicado enteramente a las actividades de software y servicios informáticos.

En el año 2002, a partir de la devaluación, la estrategia del PTR se focalizó en la calidad para la internacionalización y en la promoción de un entorno institucional propicio para el desarrollo y la innovación tecnológica. Este fue un hecho que impulsó significativamente al polo, cuando sólo agrupaba a 10 empresas, y 8 de ellas decidieron comenzar a trabajar en calidad en el desarrollo de software. Un par de años después, estas firmas alcanzaron las certificaciones de normas de calidad CMMI que potenció la competitividad internacional de las mismas en un contexto de tipo de cambio elevado.

Desde el punto de vista de la construcción institucional, resulta interesante observar que el PTR funcionó como un aglutinador de empresas a medida que pasaban los años y la economía nacional crecía; los integrantes públicos (municipal y provincial) y universitarios fueron casi los mismos desde un comienzo mientras que el sector privado fue acercándose a esta iniciativa a medida que visualizaban una oportunidad para aprovechar mejor las posibilidades exportadoras que el nuevo contexto económico ofrecía. A diferencia de la experiencia cordobesa que partió del afán del sector privado y al que luego se sumaron los demás agentes institucionales públicos y académicos, el PTR tuvo desde un comienzo un perfil institucional más abarcador, con puntos claros sobre su misión y la definición de una visión explicitada públicamente: posicionar a Rosario y su región como un centro de referencia internacional en el desarrollo científico y la innovación tecnológica a través de nuevas formas de gestión que articulen los ámbitos públicos, privados y científicos.

La adhesión de empresas se dispara a partir de 2004, cuando se llega a los 25 asociados (hasta ese momento eran aproximadamente unas 10), al año siguiente pasan a ser 41 y ya en 2006 sumaban 53 firmas asociadas plenamente, sin contar a todos los socios “adherentes” que presentaron la misma dinámica creciente. Es decir, en solamente tres años se quintuplica la cantidad de integrantes privados, de la mano de la expansión económica, de la construcción de certezas sobre el horizonte exportador y por el impulso mismo de una industria SSI que crecía a tasas más elevadas que el resto de los sectores. No obstante, cabe aclarar que a partir de 2005 se adoptó la decisión “estratégica” de incorporar nuevos sectores tecnológicos que presentaran un alto potencial de sinergia con el del software, como lo son las telecomunicaciones, la biotecnología y la bioingeniería (en ese año ingresaron 5 firmas “bio”), haciendo realidad la visión de las autoridades del PTR de instalar a la ciudad como una referencia científica e innovación tecnológica. La idea de dotar al polo de un “perfil tecnológico multisectorial”, al mismo tiempo que promover la vinculación entre sectores y los encadenamientos productivos en la región se diferencia cualitativamente del caso cordobés por la búsqueda de un perfil concreto hacia el cual canalizar las iniciativas de la institución, que a su vez estudiaba alternativas de estrategias de largo plazo a través de diferentes comisiones de trabajo.

Con esta dinámica multisectorial se siguió desarrollando el polo, donde un relevamiento del PTR al año 2009 indicaba que el mismo contaba con 71 empresas, de las cuales el 76% se dedicaban a actividades de software, mientras que continuaban estando las 5 compañías de biotecnología, 5 de telecomunicaciones, 4 dedicadas a la electrónica industrial y las restantes a diferentes tipos de servicios L.J. Ramos Brokers. IMI Enero 2010. El distrito tecnológico en Parque Patricios. Buenos Aires: L.J. Ramos, 2010, 50-51. , además de existir numerosos proyectos para los próximos años vinculados a emprendimientos intensivos en conocimiento con apoyo institucional para su desarrollo.

Según una encuesta dentro del trabajo de López y Ramos (2008), hacia 2007 los perfiles de las empresas eran en general de tamaño pequeño, con más de la mitad facturando por debajo de los U$S 500.000 anuales y con un promedio de 20 empleados, así como un perfil hacia las operaciones en el extranjero que abarcaba aproximadamente al 55% de las firmas, porcentaje elevado si lo comparamos con las cifras del caso cordobés. Aún así, las respuestas también afirmaban que el hecho de haber concretado operaciones con un cliente internacional no las convertía en “exportadoras”, para lo cual seguían reclamando más atención y facilidades al respecto. Lo que queda claro es que la ubicación geográfica estratégica desde el punto de vista del Mercosur, la cercanía con la Capital Federal y la gran calificación de sus recursos humanos, junto con un gran apoyo institucional, hacen de Rosario una ciudad con gran potencial para desarrollar en los próximos años, hecho que se refleja en la radicación de empresas transnacionales como EDS o Accenture, así como en el surgimiento y consolidación de emprendimientos de fuerte base tecnológica y aplicación intensiva de conocimiento, como el caso de las empresas de biotecnología y bioingeniería.

Respecto a los objetivos del PTR, se destaca un hito importante en la construcción colectiva en busca del desarrollo tecnológico que fue la creación del Centro de Calidad de Software y Servicios Informáticos en 2005, con el objetivo de convertir a la ciudad en un referente nacional en certificación de calidad. El laboratorio nació de la asociación entre el PTR y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y comenzó asesorando a empresas de Rosario en materia de calidad de procesos para el desarrollo de software bajo las normas CMMI. Posteriormente, las empresas pequeñas también se interesaron en la temática, por lo cual el laboratorio comenzó a ofrecer asesoramiento sobre normas de calidad de menor costo y tiempo, como son las certificaciones ISO López, Andrés; y Daniela Ramos. Op. cit.. 114-115.. Debido a que en general estos procesos debían realizarse en el exterior, la aparición de una institución de esta índole configuró un gran avance para la región y un beneficio directo para muchas empresas que de no existir este laboratorio no habrían podido acceder a las certificaciones de calidad por no contar con los recursos suficientes.

Años después, la evaluación que se hace es que en términos de inserción externa, la certificación no les dio a las empresas tantos beneficios como esperaban al momento de crear el laboratorio; en definitiva, las empresas pudieron corroborar que estas normas de calidad internacional podían actuar como una condición necesaria pero no suficiente para insertarse en el mundo externo. De todas maneras, el hecho de haber diseñado y puesto en práctica un laboratorio de certificación de calidad desde la iniciativa de las autoridades del PTR es una experiencia muy positiva para el conjunto y constituye un caso concreto de sinergias entre las empresas, ya que de no haberse creado este Centro muchas firmas hubieran quedado sin poder incrementar su cualificación no solo con miras a las exportaciones sino en la propia competitividad nacional.

Por otra parte, un gran objetivo del que participa el PTR junto con otras instituciones es la creación de una Parque Científico Tecnológico de carácter ampliamente asociativo, que involucre universidades e institutos de investigación, entidades empresariales, instituciones de apoyo al desarrollo empresarial y a la transferencia tecnológica y los gobiernos provincial y municipal, que sea un avance estratégico para la región en el desarrollo de un sistema de ciencia y tecnología de primera línea. El parque, en una primera etapa, se proyecta y dinamiza sobre dos áreas de conocimiento clave: la biotecnología y las tecnologías de información y comunicaciones Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano. Proyecto Parque Científico Tecnológico de Rosario. http://www.cideu.org/site/content.php?id=2806 (acceso junio 2011). El plan estratégico incluye el desarrollo de diferentes actividades, edificios, nuevas instituciones, y que se han subdividido en distintos módulos de acción, cada uno con un eje institucional coordinador como por ejemplo el CERIDER-CONICET, INTI Rosario, Vivero de Empresas para apoyo a emprendedores y el Edificio Tecnológico para radicación de empresas asociadas al PTR. En una segunda etapa, se planea distribuir lotes para empresas que deseen instalar sus unidades productivas allí.

Para finalizar, el análisis a una década de la conformación del PTR arroja resultados dispares. Si bien se logró un aumento constante de la cantidad de empresas asociadas (así como también de los trabajadores calificados), la institución pareciera centrarse más en lograr un contexto de “clima” empresarial para las empresas de base tecnológica con los ejemplos del laboratorio de calidad o apoyo legal para adherirse a las nuevas leyes de promoción de la industria SSI, pero dejando luego la libertad para que cada firma desarrolle sus propias potencialidades y acciones comerciales de manera individual (no hay iniciativas conjuntas de exportación como intentaron algunas empresas del CCT). Así, el PTR recibe una mirada positiva por la difusión y coordinación multisectorial para que Rosario se convierta en una referencia científico-tecnológica del país, pero donde las empresas no se benefician sobremanera de una “experiencia de cluster” como se describió al comienzo de este trabajo ya que, de hecho, el formato de asociatividad casi gremial que tiene el PTR implica que las firmas no se encuentran necesariamente cercanas geográficamente en un barrio o zona determinada de Rosario y sus alrededores, sino que se aglutinan en esta institución por la posibilidad de acceder a los beneficios de normas de calidad, seminarios de exportación, contactos para nuevos negocios y relacionamiento con el sector público que de manera individual no alcanzarían.

Asimismo, en comparación con la experiencia del CCT existe un mayor nivel de “aislamiento”, en el sentido de que no muchas de las firmas están al tanto de lo que hacen sus colegas del polo. Como se observa, desde la creación del PTR no parece haber habido muchos problemas, recelos o competencias entre las empresas, algo que sí se experimenta al interior del CCT. En principio, como señalan López y Ramos (2008), parecería que en la experiencia rosariona las empresas conviven menos que en Córdoba, lo cual generaría un menor grado de relacionamiento y, por tanto, un menor nivel de conflictividad, aunque advierten que estas evaluaciones necesitarían de mayor cantidad de entrevistas exhaustivas para los agentes privados de ambas experiencias.

La evaluación del sector público, por su parte, indica que más allá de haber sido un actor fundamental en el comienzo del PTR, con el paso de los años su tarea se centró mayormente en ofrecer las condiciones necesarias para el desarrollo de este entorno favorable de cluster basado en el conocimiento, pero sin ofrecer beneficios directos como subsidios o financiamiento accesible de infraestructura para favorecer la radicación de nuevas empresas (a diferencia del gobierno provincial de Córdoba). Sí cuentan con leyes provinciales reconociendo al sector SSI como industria, lo que les permite acceder a los planes de promoción que se ofrecen a las demás actividades industriales.

Sintetizando, el gobierno rosarino centra su estrategia de desarrollo futuro del polo tecnológico en generar el “atractivo empresarial” necesario desde la generación de sinergias, servicios e interés manifiesto en la consolidación de esta iniciativa, de manera que las firmas que se formen o radiquen en la ciudad lo hagan desde la motivación de crecimiento integral en un entorno favorable al aumento de la competitividad y no centrándose en los incentivos monetarios que impacten positivamente en la rentabilidad. En otras palabras, podemos decir que el objetivo implícito es que las empresas que se desarrollen en Rosario generen mucho valor agregado y tengan una visión estratégica de largo plazo por sobre los demás análisis de rentabilidad empresaria más cortoplacista. A su vez, el gobierno no parece estar interesado en convertir a Rosario en una plataforma de exportación de servicios (presumiblemente de bajo valor agregado) sino en crear encadenamientos con las firmas locales López, Andrés; y Daniela Ramos. Op. cit.. 116.. Esto se justifica por la idea de que las empresas de base tecnológica que se radiquen allí logren una difusión tecnológica y un relacionamiento organizacional con empresas de la región, sin depender exclusivamente de las ventajas transitorias como pueden ser el tipo de cambio o las ventajas de costos respecto a otras ciudades del mundo.

Respecto del impacto de la radicación de las empresas transnacionales en Rosario, como son el caso de Neoris, Accenture y EDS, en general ofrecen servicios de bajo valor agregado, a la vez que su vinculación con el medio local es prácticamente nulo por tratarse de grandes empresas con clientes ya consolidados previamente (por ejemplo, mercados externos en el caso de Accenture o la planta industrial rosarina de General Motors en el caso de EDS). A simple vista, contrasta con las empresas transnacionales que eligieron radicarse en Córdoba, como Motorola o Intel, cuyas actividades generan mayor derrame tecnológico e interacción con las firmas locales.

Como se señaló, la política del gobierno municipal rosarino es la de no ofrecer incentivos o subsidios para la radicación de una empresa, por lo que se puede afirmar que la decisión de estas empresas transnacionales de instalar sedes en esta ciudad no tuvo en el impulso del sector público o institucional desde el PTR algún tipo de influencia determinante, sino que puede deberse a la oferta de buenos trabajadores especializados que allí viven. López y Ramos (2008) sostienen que, al contrario del caso cordobés y su consenso en esta materia, las empresas locales no se encuentran tan entusiastas por contar con estas grandes compañías en Rosario, sino que realizan un análisis de balances contrapuestos entre la mayor reputación que el polo adquiere versus los riesgos que implican competir contra estas firmas poderosas en el mercado de trabajo especializado, donde los salarios y el plan de carrera que pueden ofrecer estás empresas transnacionales son más atractivos que los que se pueden encontrar en las pequeñas y medianas empresas locales.

Para cerrar este apartado sobre Rosario, hay que mencionar otra asociación civil de la ciudad dedicada a las empresas TICs llamada Clusters TICs Rosario (CTR). Creada en 2007 por 7 pequeñas empresas como un grupo asociativo, tenía objetivos varios como: reclamar representación gremial, la integración permanente en el CFESSI, participar activamente en misiones comerciales al exterior, certificar en normas de calidad ISO, brindarse capacitación técnica y comercial junto con complementación productiva, entre otras cosasCluster TICs Rosario. http://www.clusterticsrosario.org.ar/ (acceso junio 2011).. Es decir, podemos establecer que esta pequeña asociación tiene una mayor preocupación por la integración de sus integrantes (de hecho, la iniciativa de unirse parte de las empresas mismas) y de aprovechar verdaderamente las sinergias que el conjunto ofrece, especialmente en la estrategia exportadora que quieren buscar.

Como dato destacado, este cluster contaba en 2009 con 19 empresas, todas dedicadas al software, lo que demuestra el perfil que adquirió en solo un par de años sin diversificarse hacia otras actividades como las telecomunicaciones o la electrónica. Sin embargo, un análisis de los recursos humanos muestra que el total de personas empleadas en el CTR es de 76 trabajadores, un nivel insignificante comparado con los aproximadamente 3.100 que emplean el conjunto de las empresas del PTR L.J. Ramos Broker. Op. cit., 52-53..

En síntesis, pareciera que el CTR surgió como una respuesta de algunas pequeñas empresas que no vieron en la institución del PTR la estructura desde la cual hacer frente a los desafíos de la exportación, la capacitación de profesionales, el esfuerzo comercial asociado y demás actividades conjuntas que un cluster les “debería” ofrecer. Aún así, una mirada rápida sobre los agentes que componen formalmente el CTR demuestra que sus integrantes son todas empresas, sin representación de los sectores públicos (a pesar del apoyo de organismos municipales) ni académicos (más allá de algunos acuerdos específicos para capacitación), aunque sí se encuentra asociado a cámaras empresariales nacionales como el CFESSI, el CESSI y la Federación Industrial de Santa Fe (FISE).

Autor: Juan Ignacio Zaballa

Como citar este artículo: 

zonaeconomica.com "2.2.2. Polo Tecnológico Rosario" [en linea]
Dirección URL: https://www.zonaeconomica.com/polo-tecnologico-rosario (Consultado el 06 de Mayo de 2019)



Impacto de los Clusters del Sector TIC en las Economías Regionales Argentinas (2003-2009)