4.2 Impacto del sector informático en la educación universitaria

Los datos de este segmento se basan en los Anuarios de Estadísticas Universitarias anuales. Departamento de Información Universitaria (DIU), Secretaría de Políticas Universitarias (Ministerio de Educación de la Nación).

Otro de los objetivos de esta investigación pasaba por dilucidar si el surgimiento de clusters vinculados a la industria SSI había generado en las diferentes economías locales donde surgían los mismos un impacto positivo en el ámbito académico, más precisamente en las carreras vinculadas a la nueva demanda de profesionales del área. Debido a la acotada vinculación institucional entre las autoridades de estos polos y las universidades, en general no hay registros estadísticos para hacer mediciones de correlación directas.

Sin embargo, desde el Departamento de Información Universitaria (DIU) del Ministerio de Educación se presenta anualmente información precisa sobre toda la actividad universitaria del país. En el caso puntual de este trabajo, se centrará en recabar los datos del período 2003-2009 para la disciplina Informática, que abarca aquellas currículas dedicadas a “Computación, Informática, Investigación Operativa y Sistemas”, tanto ingenieros como licenciados.

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El primer análisis que surge de estos datos es la profunda diferencia entre la cantidad de estudiantes en Informáticas y los egresados de dichas carreras. Para el período analizado, en promedio por cada 22,45 alumnos cursando activamente cada año materias en las carreras de Informática hay un egresado. Si se lo traslada a otra comparación más factible de correlacionar como es la cantidad de nuevos ingresantes, la relación demuestra que por cada 6 nuevos estudiantes egresa uno solo. Si bien este escenario tiene la misma tendencia que presentan otras Ciencias Aplicadas, resulta más llamativo en este caso por cuanto se está hablando de un sector que incorpora trabajadores más rápidamente que el resto de las actividades económicas del país.

Respecto a esta cantidad de estudiantes, los datos indican que al contrario de aumentar por el crecimiento del sector SSI la tendencia es levemente decreciente, con un total de 81.031 estudiantes en 2009 (17% en universidades privadas) contra los 85.381 de 2003 (19% en privadas), mostrando una caída del 4% durante el período; mientras que ya se vio que el empleo en Informática creció un 208% en los mismos años.

Al agrupar las diferentes universidades según su pertenencia geográfica, nuevamente se comprueba que la región AMBA es la más importante del país, con más de la mitad de la población universitaria para estas áreas de estudio, aunque con un leve declive del 2% respecto de 2003: el 96% de los alumnos del AMBA cursan en la UTN, la UBA o la Universidad de la Matanza, en ese orden de importancia. Debido a que la UTN no presenta sus datos desagregados en las diferentes facultades regionales, para el análisis se va a tomar que sus estudiantes y egresados de informática pertenecen a la región AMBA aunque geográficamente esto no sea así. Como este análisis apuntaba a las economías regionales del interior excluyendo la metropolitana, los números del resto de las regiones indica que la única que incrementó sus estudiantes es Cuyo (Universidades de la Rioja, Cuyo, La Punta, entre otras) con un 18% más de alumnos; el resto de las zonas declinó y no se visualiza un impacto directo entre la creación de los diferentes clusters tecnológicos y el aumento de la población universitaria.

Gráfico 2. Estudiantes universitarios según región donde se radica su Universidad (excluyendo región AMBA, UTN, y universidades privadas).

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Fuente: elaboración propia en base a datos anuales de la Dirección de Información Universitaria (DIU).
Teniendo en cuenta que si existiera un impacto de la formación de un cluster vinculado al sector SSI en el ámbito académico se vería un cambio de tendencia en la cantidad de nuevos inscriptos a carreras informáticas y un consecuente aumento de la población estudiantil en las universidades locales, no es dable afirmar que la creación de estos polos hayan generado un incentivo adicional para anotarse en estas carreras. Para nombrar un ejemplo, el Polo Tecnológico Bahía Blanca se conforma en 2006, sin embargo en los años posteriores la cantidad de alumnos dedicados a las carreras informáticas decreció año a año, por lo que en el sector universitario no se vio un efecto “positivo” por la creación del PTBB.

En suma, no hay herramientas contundentes para evaluar el real impacto que produce un nuevo polo tecnológico en las universidades regionales. Lo que sí se puede afirmar es que dichas asociaciones no generan un incremento significativo de los estudiantes de estas carreras, básicamente porque la evolución a nivel nacional de los alumnos vinculados a las nuevas tecnologías no se incrementó en el período analizado 2003-2009, a pesar de que el crecimiento del sector vinculado a las TIC fue muy importante. Igualmente, el análisis debería enriquecerse con entrevistas a los propios ingresantes para saber sus motivaciones a la hora de elegir, así como con profesores y autoridades universitarias que puedan indicar la relación entre los alumnos que forman y su posterior inserción en el campo laboral.

Por otro lado, la medición de egresados de las carreras informáticas muestra comportamientos dispersos, aunque dentro del interior país (excluyendo AMBA), las universidades cuyanas nuevamente son las que mayor cantidad egresados de carreras informáticas han tenido, a pesar de que en 2009 disminuyó su protagonismo. Aún así, se hace obligatorio aclarar que la región de Capital, Conurbano y la UTN por separado, abarcan entre el 50 y el 70% de los egresados nacionales. La segmentación de la UTN, con sus diversas facultades regionales, no es un dato menor por cuanto la información disponible indica que aproximadamente 1 de cada 2 egresados en carreras informáticas pertenece a esta universidad; imposibilitados de visualizar geográficamente donde se localizan estos egresados, se separa a la UTN fuera del análisis de las denominadas “economías regionales” que eran el objeto inicial de análisis de esta investigación.

Cuadro 3. Egresados de carreras de rama Informática, por regiones y la UTN.

Institución académica

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

UTN

1.512

1.188

1.309

1.103

1.153

1.264

1.415

AMBA (UBA, La Matanza, Lomas,..)

215

299

314

811

219

287

320

Prov Bs As (UNLP, UNS, UNICEN,..)

257

578

293

311

276

358

188

Cuyo (La Rioja, Cuyo, La Punta, etc.)

105

119

146

149

139

94

164

Centro (UNC, UNR, UNL, etc.)

119

142

117

131

155

141

129

NOE (Nordeste, Misiones, etc.)

194

187

213

113

111

130

104

NOA (Catamarca, Jujuy, Tucumán,…)

149

118

128

83

86

131

99

Patagonia (R. Negro, Comahue, etc.)

46

80

43

77

74

53

58

Institutos universitarios

30

51

57

106

136

205

111

Total egresados Univ e Inst. público

2.627

2.762

2.620

2.884

2.349

2.663

2.588

Total egresados Univ. Privadas

929

851

980

1.104

1.175

1.201

1.020

Fuente: elaboración propia en base a datos anuales de la Dirección de Información Universitaria (DIU).

En definitiva, con un promedio de 3.600 nuevos egresados universitarios de rama informática, el sector de SSI se ve en dificultades para incorporar mano de obra calificada que le permita sostener el extraordinario crecimiento que ha mostrado hasta ahora. En el mercado laboral esto se traduce en una mayor competencia por estos trabajadores, con ofertas salariales cada vez más importantes y fuerte caza de talentos que lleva a determinados perfiles a recibir varias propuestas laborales de otras empresas mientras se encuentran trabajando. La delicada situación obliga a las firmas a invertir más para captar y retener recursos humanos calificados, que repercute en sus costos y en su estructura organizacional por la dificultad de proyectar al largo plazo con una alta rotación de recursos.

Aún así, se puede decir que para un sector tan dinámico como el vinculado al software la educación formal puede no resultar indispensable, ya que pueden obtenerse muchas capacidades mediante la experiencia directamente en el trabajo. Las ramas innovadoras asociadas a las nuevas tecnologías parecen brindar mayor capital humano a partir del learning by doing que mediante las currículas formales, aunque sería necesario que se definan al respecto los responsables empresarios del sector junto con las autoridades académicas para obtener pisos de educación que planifiquen el futuro laboral a largo plazo de los jóvenes estudiantes para que puedan desarrollar promisorias carreras profesionales. Debido a que esta industria tiene un gran potencial pero depende del insumo básico que representa el trabajo calificado, los desafíos de los próximos años requieren de respuestas inteligentes. Así, para las autoridades políticas y universitarias regionales es una gran oportunidad el hecho de contar con infraestructura académica para el dictado de carreras informáticas, que deberían complementar otorgando becas y alojamiento a aquellos jóvenes de la región que se inscriban en estas orientaciones. Si esto es bien diseñado y aplicado, puede dar sus frutos a mediano plazo fortaleciendo las industrias de SSI locales por el lado del incremento de los profesionales que no sólo pasan a formar parte de la oferta laboral, sino que cada uno de ellos se convierte en un potencial emprendedor y empresario.

Autor: Juan Ignacio Zaballa

Como citar este artículo: 

zonaeconomica.com "4.2 Impacto del sector informático en la educación universitaria" [en linea]
Dirección URL: https://www.zonaeconomica.com/sector-informatico-educacion (Consultado el 27 de Abr de 2019)



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Impacto de los Clusters del Sector TIC en las Economías Regionales Argentinas (2003-2009)