El Poeta

Supongamos que seres de una galaxia muy lejana llegan a nuestro planeta. Supongamos también que estos seres no sólo tienen cinco, sino diez sentidos. Al verlos actuar en plena posesión de sus diez sentidos, seguramente veremos en ellos algunas facultades que nuestra heredada tendencia a la superstición nos hará clasificarlas como sobrenaturales. Estos seres seguramente podrán apreciar el Cosmos desde la perspectiva de varias dimensiones adicionales a las conocidas por nuestro cerebro. Supongamos también que uno o dos de esos sentidos adicionales superen el tiempo-espacio para aprehender otras manifestaciones del cosmos vedadas a nuestros sentidos. Con toda seguridad que su conocimiento del universo será mucho más completo que el nuestro y su aprehensión de los fenómenos, mucho más integral. Ahora bien, algún día el cerebro humano se desarrollará de tal modo, que su capacidad Intuitiva aumentará asombrosamente. Esta capacidad será lograda sobre la base del desarrollo actual de la Razón, la misma que, en el proceso evolutivo de la especie, se convertirá en Intuición pura. Cuando ese punto llegue, el ser humano habrá vuelto a arraigarse completamente en el Ser Total y podrá conocer sus diferentes facetas no de un modo desperdigado, sino integral. Mientras tanto, el hombre racional seguirá conociendo el cosmos de un modo fragmentario y estático. Pero habrá algunas excepciones: las de los seres humanos a quienes la capacidad intuitiva se les habrá desarrollado a un ritmo mayor que el promedio. Entre esos hombres se contará el artista y, entre los artistas sobre todo, el  Poeta.

El Poeta es el ser que teniendo aún una capacidad intuitiva incipiente la tiene sin embargo, en un grado mucho más desarrollado que el promedio de los demás hombres. Es por eso que el conocimiento que el Poeta tiene del Ser, es cualitativamente diferente del conocimiento que de él tiene el científico o el filósofo. Es por eso también que su uso del lenguaje debe ser discrecional, puesto que el lenguaje tal como lo conocemos ahora, es todavía un instrumento muy primitivo para mostrar las facetas del Ser, a las que sólo el Poeta tiene acceso. La filosofía será la indagación del porqué del por qué de las cosas y de los fenómenos y emergerá de los hallazgos que le han proporcionado la Intuición y la Razón combinadas. Por eso es que considero que en las condiciones presentes, el Poema es la expresión natural de los hallazgos de los filósofos.

Volviendo al ensayo sobre la posibilidad de que la mente haga abstracciones de abstracciones y logre conformar un concreto real sobre la base de la combinación de propiedades de diferentes concretos reales, sin que exista la ley que exprese la interconexión interna de estos elementos, debo decir que sí, que el hombre puede imaginar, idealmente, un concreto así concebido. Eso sucede en el arte; en todas las artes. El artista, entre ellos, el escritor y, sobre todo, el poeta, tiene la capacidad, entre otras, de elaborar cadenas de abstracciones con las que realiza su obra de arte. En una obra de arte están objetivadas toda clase de abstracciones cuyas interconexiones no obedecen a ninguna ley, puesto que son creaciones intuitivas de la mente, no racionales, sino creativas. Pero el poeta no sólo crea su obra con abstracciones de abstracciones, también tiene la facultad de develar lo que yo llamo Estados Puros del Ser, lo que los filósofos, a su vez, llamarían “esencia”. En mi libro El Ser Poético, publicado en 1997, defino el arte y el poema en particular, como el encuentro intuitivo del poeta con un Momento Vital, es decir, con un Estado Puro del Ser al que lo describe en el Momento Poético, para lograr que la Emoción del lector se despierte en el Momento Compartido. Por otra parte, en mi obra en proceso La Acción Recíproca analizo con mayor detalle el fenómeno del arte como instrumento cognoscitivo.

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Cuando admiramos las obras de Salvador Dalí (mi artista plástico favorito) nos damos cuenta de que estamos ante un ejemplo de cómo el artista crea sus obras como una combinación de abstracciones de diferentes elementos conocidos. En el caso del surrealismo de Dalí tendremos imágenes que son el reflejo más o menos adecuado de la realidad, combinado con formas hechas de abstracciones de abstracciones. Cuando admiramos a Picasso, su pretensión de “abarcar la cosa desde todos los ángulos posibles, al mismo tiempo” nos damos cuenta de que es otra muestra de la capacidad del artista para crear cosas nuevas sobre la base de la combinación de abstracciones de abstracciones. Algún día, cuando la mente del ser humano esté debidamente evolucionada y exista la armonía perfecta entre Razón e Intuición, todos nosotros seremos capaces de percibir más de cerca la “realidad” del mundo real; tendremos el privilegio de acercarnos, asintóticamente, al conocimiento de la “cosa en sí” kantiana.

Entiendo que este capítulo fue un tanto extenso en la estructura del presente artículo, a pesar de la enorme tarea de síntesis aplicada a su configuración, pero quería estar seguro de que contaríamos con los instrumentos cognoscitivos y epistemológicos que nos permitieran llegar a nuestro objetivo, el análisis de las teorías del valor, con las percepciones muy claras. Es en este análisis donde citaremos críticamente las concepciones axiomático-deductivas y las empíricas que hemos citado en los capítulos anteriores

Autor: Mario Blacutt Mendoza

Como citar este artículo: 

Mario Blacutt Mendoza "El Poeta" [en linea]
Dirección URL: https://www.zonaeconomica.com/teoria-valor-epistemologia/poeta (Consultado el 25 de Abr de 2019)



Percepciones Epistemológicas y la Teoría del Valor