Teoría de las Partes Interesadas

La Teoría de las Partes Interesadas afirma que en la economía moderna, las empresas obtendrán un mejor rendimiento si tienen en cuenta los objetivos de todas las partes interesadas (clientes, proveedores, sociedad) y no solo los intereses de los accionistas.

Edward Freeman desarrolla la Teoría de las Partes interesadas en su clásica publicación Strategic Management: A Stakeholder Approach (Freeman, 1984).

Las partes interesadas se clasifican en internas y externas. Las partes interesadas internas son:

  • Dueños
  • Empleados
  • Gerentes

Mientras que las partes interesadas externas son:

  • Clientes
  • Competidores
  • Proveedores
  • Gobierno
  • Grupos de Presión (ambientales, defensores de consumidores, etc.)
  • Medios de Comunicación

Freeman argumenta que las teorías administrativas tradicionales, en las que se tiene en cuenta únicamente el interés de los accionistas, no son capaces de analizar correctamente la forma de operar en el entorno de negocios moderno. La economía actual se caracteriza por cambios tecnológicos acelerados, nuevas relaciones industriales, mayor globalización e influencia de grupos de presión. Por ejemplo, General Motors es una empresa que falló en adaptarse a la globalización y a la mayor búsqueda de eficiencia, siendo superada por fabricantes de automóviles japoneses, mucho mas eficientes.

La Teoría de las Partes interesadas rápidamente ganó interés, pero también críticas. Uno de los principales problemas de la teoría es que muchos la interpretaron como una visión que mezcla negocios con moral. Otra crítica importante fue que dificulta la toma de riesgos inherente a los negocios, y que complica el gobierno de la empresa, al haber tantas partes interesadas que atender.

La teoría de las partes interesadas cuestiona uno de los supuestos mas usados por los gerentes tradicionales: que el principal objetivo de la empresa debe ser la maximización de beneficios. Desde el punto de vista de la economía, es interesante, porque se trata de una perspectiva que se aparta de la visión neoclásica de la economía.

Milton Friedman, quizás uno de los economistas mas famosos, sugiere que el único grupo que debe ser tenido en cuenta a la hora de tomar decisiones empresariales es el grupo de accionistas. Argumenta que los accionistas pueden decidir por sí mismos qué acciones sociales llevar a cabo, y no que los gerentes sean quienes decidan sobre la responsabilidad social de la empresa. La doctrina de Friedman es opuesta a la Teoría de las Partes Interesadas.

La aplicación de la Teoría de las Partes Interesadas requiere:

  1. Definir quiénes son las partes interesadas para su negocio en particular.
  2. Analizar las acciones empresariales teniendo en cuenta los resultados sobre cada una de las partes interesadas, poniendo menos énfasis en los indicadores clave de rendimiento. (KPI). Usualmente, muchos cambios tienen como resultado que una parte interesada verá disminuida su utilidad en el corto plazo, mientras que otra parte interesada la podrá aumentar.
  3. Modificar acciones. Seamos realistas, en la mayor parte de las empresas se aplica la doctrina de Friedman, ajustándose a la normativa legal y modificando comportamientos empresariales solo bajo la influencia de grupos de presión o para evitar riesgos de mala publicidad. La Teoría de las Partes Interesadas requiere la reevaluación de cada actividad, y su posible modificación.

La teoría de las partes interesadas es uno de los marcos de referencia mas importantes dentro de la planeación estratégica. Otros marcos de referencia importantes dentro de la planeación estratégica son el tablero de comando, la matriz de Ansoff y la teoría de Valores Disciplinas.

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