Administración al Modo Chino
La administración al modo chino. Concepciones teóricas
Autor: Carlos Alberto Castellanos Machado
En la sociedad actual, las personas pertenecen a diferentes organizaciones de forma simultánea, lo que hace que su complejidad sea mayor. Por otra parte, se reconoce que solo con las fuerzas del hombre es posible que las organizaciones tengan éxito y que sin estas no hay prosperidad.
Pero la existencia de las organizaciones no es suficiente, pues se necesita administrar las mismas. La administración hace que estas funcionen de forma eficaz y eficiente, es decir constituye una condición no solo el éxito sino también para la subsistencia.
La incertidumbre, externa e interna, caracteriza el momento actual como una época en que lo único constante es el cambio. Detrás de la creciente inestabilidad de las empresas se encuentran muchos factores, siendo los principales: la globalización de la competencia, la rapidez con la que las multinacionales difunden por todo el mundo cambios tecnológicos y nuevos conceptos en productos y servicios y, muy relacionada con este último, la capacidad de la tecnología informática y de comunicaciones para procesar, rápida y económicamente, cantidades enormes de información que llegan de todo el mundo. (Lorenz, 1994).
Ninguna empresa podrá prosperar ni sobrevivir si se limita a permanecer inmóvil. Constantemente deben poner al día sus capacidades, sus conocimientos, sus actitudes y su comportamiento. No se trata solo de formación, sino de educación y desarrollo en el sentido más amplio de la expresión. Para que esto produzca resultados es imprescindible que la empresa, en todos sus niveles, adopte con decisión, una actitud abierta para compartir información, y para absorberla del exterior. (Lorenz, 1994).
En el caso de China, actualmente también se manifiestan estos aspectos. Esta nación, durante miles de años, fue un imperio que mantuvo su preeminencia en el Asia, su filosofía, gobierno y leyes rigieron gran parte de los destinos en la región.
Debido a la vastedad de su imperio, era importante mantener una buena administración, y desde los mismos inicios de la historia escrita occidental ya hubo muchos pensadores chinos que se preocupaban por el tema. El mismo Confucio, padre de la filosofía china, se preocupó por estos temas de gobierno y administración del estado. Otros contemporáneos de Confucio se interesaron también por los asuntos administrativos y de ellos Micius o Mo-ti fundó, 500 años antes de Jesucristo, una rama de la misma escuela, que difería fundamentalmente en aspectos filosóficos más que en principios.
Según los críticos occidentales, a través de varios siglos, los chinos tuvieron un sistema administrativo de orden, con un servicio civil bien desarrollado y una apreciación bastante satisfactoria sobre muchos de los problemas modernos de administración pública.
Con el paso de los siglos las cosas se mantuvieron de este modo, pero la irrupción de las potencias occidentales en Asia terminó con el estado de cosas que hasta el momento existía, y la nación china perdió todos los privilegios en su esfera de influencias. Realizando una gran elipsis histórica, como es comprensible dado la milenaria vida de la nacionalidad china, y acercándose a los tiempos actuales, se puede plantear que al perder gran parte de la preeminencia en la región, el país se lanzó a la búsqueda de una forma para recuperar su fuerza en el terreno económico, por lo que experimentó diferentes procesos.
A finales de los 70 y principios de los años 80, se encontró el modo más satisfactorio y que ha regido hasta la actualidad, causando asombro en todas las potencias. Un modo de administrar la política económica del país que ha originado crecimientos del 10.2 % en la economía, hazaña pocas veces lograda por ningún país a lo largo de la historia. Esta fórmula fue la política de apertura de Deng Xiaoping que supuso, por primera vez en la historia de la China moderna, una verdadera oportunidad para ganar espacio en la economía global y elevar al país asiático a la órbita de las potencias hegemónicas.
China posee gran reserva de recursos humanos y materias primas, pero solo estas potencialidades no crean una economía fuerte, ejemplos existen en el mundo. A la visión de los líderes del país, bajo la ideología socialista, unido a su capacidad de crear riquezas de manera sostenible se debe, en gran parte, la competitividad de su economía, y esta depende, no sólo de la dotación de sus factores de producción, sino de su industria de base y de la competitividad de sus firmas.
En un momento de la historia, el estado chino permitió la pequeña propiedad industrial de modo privado, siempre bajo su supervisión, y en el décimo plan quinquenal comenzó a desarrollar la política de reunir las pequeñas empresas privadas y las empresas de propiedad estatal para alcanzar la victoria sobre el último reto en pie, la internacionalización (transnacionalización) de las empresas chinas, con el objetivo de crear empresas fuertes que puedan competir en la arena internacional.
Aunque China indiscutiblemente ha dado un gran salto en su economía, no existe aún una teoría sobre su modo de administración empresarial, este aún se está forjando, pero ya posee características específicas y aunque no se haya planteado en este trabajo podemos comenzar a enunciarla, pues existen todas las variables para formular una teoría china de la administración. China ha encontrado la forma de conciliar la propiedad privada con la propiedad estatal, y estas a su vez, con la política de la sociedad socialista.
Administración al modo norteamericano
Las ciencias de la administración no tienen fronteras nacionales, como tampoco las técnicas que se utilizan en estas. En China, como en el resto del mundo, las técnicas son las mismas, lo que cambia tanto en China como en EE.UU. o Japón es la filosofía con que se aplican, las interacciones entre directivos y subordinados, etc. Sólo se tienen que vincular la administración con la vida y costumbres de las personas de cada lugar y entonces la filosofía de administración de cada territorio asumirá características particulares. Por lo que en la filosofía de la administración, nadie puede negar su existencia al modo chino.
También las instituciones políticas de cada lugar y la forma en que interaccionan con la macroeconomía inciden como factores objetivos en las estrategias gerenciales de las empresas. En el caso de China existe un modo muy particular de encadenar un sistema político socialista y relaciones económicas de mercado, esto además influye en el modo de administración a nivel de empresa, y constituye una diferencia significativa del modelo clásico norteamericano y su contrapartida japonesa.
El modo norteamericano de administración de empresas, que se toma como modelo moderno, tiene como característica particular la filosofía de Quiero – Puedo, quiero significa administración por objetivos, puedo significa administración por resultados. Según este método si el resultado es similar, igual o mejor que el objetivo, se recibirá un premio, si no, un castigo. En toda la trayectoria del proceso gerencial está presente el espíritu evolutivo de “ganan los mejores, pierden los peores, vivirán las personas que se adecuen al ambiente”, con la medida de la competencia y el criterio de los números se distingue la victoria o la derrota.
Administración al modo japonés
El modo japonés se basa en el compromiso y la identidad grupal. La empresa no es un simple conjunto de trabajadores separados por escalas de orden jerárquico, su fórmula es “Vivir juntos, ganar juntos”. Vivir juntos, significa que los trabajadores de la empresa constituyen núcleos generacionales que han participado de la vida de esta, ganar juntos significa participar juntos del honor. Vivir y morir juntos, no sólo participar del honor también del deshonor, así crean una posición psicológica de familia y no se detienen en la individualidad.
Administración al modo chino
El modo chino es una forma de “instruirse por sí mismo y acomodar a las personas”. Instruirse por sí mismo significa que la persona primero tiene que saber administrarse a sí mismo (se refiere a los administradores y los trabajadores), tener su propio sentido de responsabilidad, y acomodar a las personas significa proporcionarle estabilidad económica y espiritual.
El modo chino es un modo dirigido al hombre, posee una orientación profundamente humana, y se basa en la filosofía del Tao, en la armonía simbolizada en el Ying y el Yang.
Las tres direcciones principales de la administración al modo chino son las siguientes:
Considerar que la persona es lo principal, todo depende del esfuerzo del hombre, la administración al modo chino puede llamarse la administración de la naturaleza humana. Esa es su principal característica.
Reunirse por las ideas: La administración por reglamentos y sistemas no es mejor que aquella en que las personas se reúnen por ideas. Porque cuando todos tienen un objetivo común, es fácil para que se unan en su empeño.
Resolver el problema de manera razonable es mejor que empleando la ley.
En estos tres conceptos se ilustra perfectamente la armonía que debe regir en la empresa china, el basamento común es la comunidad de pensamiento y el acuerdo hacia una dirección única, los conflictos son resueltos mediante leyes que aseguran la imparcialidad y el tratamiento de igualdad. La solución debe satisfacer a la parte afectada y la otra debe tomar conciencia de su error. Y en el fondo, la empresa siempre trata de satisfacer las necesidades espirituales y materiales de las personas, trata de acomodarlas.
La administración occidental considera que el trabajo es el centro, a partir del criterio de dividirlo, crean diferentes departamentos y plantean los cargos que necesitan. Después, según las necesidades de cada cargo, elaboran una norma para elegir a las personas de talentos, escriben instrucciones de trabajo y según esa norma eligen y contratan a las personas. Evidentemente, con esa forma “se buscan a las personas según el asunto”, ellas no son el centro, se estimula de manera desmedida la competencia y a la larga los trabajadores pueden abandonar fácilmente la empresa a la menor contrariedad o por cuestiones de dinero.
Según el modo chino cada empresa es un árbol donde la raíz es el director y los miembros de la dirección, el tronco son los responsables por departamentos y las ramas son los trabajadores.
El director y los miembros realizan la función principal, mientras ellos desempeñen bien su labor existe la posibilidad de que logren que la empresa funcione bien? se consideran las raíces del árbol porque si una de las partes (tronco o ramas) de este no funciona bien, ellos a pesar de todo pueden seguir funcionando y por tanto pueden lograr que la empresa siga adelante.
El gerente después de elegir a los jefes de cada departamento debe permitirles prepararse para que sean cada vez mejores. Cada jefe debe ser responsable a la hora de elegir a sus ayudantes y deben dejar que realicen su función sin interferir. Mientras tanto cada departamento debe cumplir con su cometido y no realizar lo que no le corresponda, para que haya un buen funcionamiento.
Esto rompe con algunos de los mitos que existen en occidente acerca de las formas chinas de administración según los cuales:
Los chinos no tienen una metodología para la administración.
Los chinos obedecen sin pensar.
Los chinos atribuyen los errores a otros y no les gusta ser responsables.
Otra de las vertientes conceptuales del modo chino de administración está basada en el confucionismo, doctrina enmarcada en el ámbito de la ética, la moral y la política y mantiene que los actos externos deben basarse en las cinco virtudes a saber, la bondad, la honradez, el decoro, la sabiduría y la fidelidad. La bondad es el espíritu que rige las relaciones de la empresa con sus trabajadores, la honradez permite el buen intercambio, el decoro hace respetar y ser respetado, la sabiduría ayuda a tomar decisiones acertadas, la fidelidad es la visión para el común objetivo.
Conclusiones
Los análisis efectuados en los marcos del presente capítulo permiten concluir que:
Las teorías de administración han evolucionado de acuerdo a los cambios que se han producido en el mundo, lo que también se ha manifestado en China.
En las concepciones que sustentan la aplicación de los enfoques de administración en las empresas chinas, inciden un conjunto de factores asociados, entre otros aspectos, a la propia evolución de la sociedad, la que ha transitado por formaciones económico sociales caracterizadas por marcadas diferencias entre quienes administran, los que ejecutan y tendencia a la centralización.
La aplicación de la reforma en el sistema empresarial chino, esta condicionado por diversos factores del contexto, alguno de los cuales favorecen el proceso, sobre todo aquellos relacionados con los recursos naturales, la existencia de mano fuerza de trabajo, entre otros. Estos han condicionado inclusive la orientación a determinados sectores de la economía.
La información consultada sobre el desarrollo del sector empresarial permitió comprobar, que se ha producido una elevación de la competitividad del mismo, lo que es reconocido por el propio occidente.
Carlos Alberto Castellanos Machado
Licenciado en Economía. Centro de Estudios de Dirección Empresarial (CEDE), Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (UCLV), (CEDE), Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (UCLV), Santa Clara, Villa Clara, Cuba. e-mail: [email protected]
Carlos Alberto Castellanos Machado "Administración al Modo Chino" [en linea]
Dirección URL: https://www.zonaeconomica.com/china/administracion (Consultado el 23 de Nov de 2024)