Conceptos de Pobreza - Amartya Sen

Reflexión crítica sobre las ideas de Amartya K. Sen

“La economía política anterior partía de la riqueza supuestamente engendrada para las naciones por el movimiento de la propiedad privada, para llegar a sus consideraciones apologéticas sobre este régimen de propiedad. Proudhon parte del lado inverso, que la economía política encubre sofísticamente, de la pobreza engendrada por el movimiento de la propiedad privada, para llegar a sus consideraciones, que niegan este tipo de propiedad”. Karl Marx. La Sagrada Familia.

Cuando leí por primera vez el trabajo de Amartya Sen sobre los conceptos y las medidas de la pobreza, me quedé sorprendido de saber que hubiera dudas acerca de la definición de la pobreza. De hecho el propio Sen declara que coincide con la siguiente afirmación de Martín Rein: “casi todos los procedimientos utilizados en la definición de la pobreza como nivel de subsistencia se pueden cuestionar razonablemente”. Aquí la razón parece tener carácter impersonal y ser ajena a los intereses de clase. Seguro que si Rein y Sen vivieran con unos ingresos inferiores al salario mínimo, carecerían de cualquier duda acerca de la definición de la pobreza. Sabrían establecer con mucha holgura el nivel de subsistencia digno para un ser humano.
En la definición de la pobreza hay que tener en cuenta los intereses de clase y no engañar a la gente con un falso objetivismo abstractamente humano. Cuando se discute sobre el salario mínimo, los trabajadores quieren que sea lo más alto posible y los capitalistas que sea lo más bajo posible. No es un problema de abstracta objetividad el determinar el salario mínimo, sino un problema de intereses. Igual ocurre con la determinación del concepto de pobreza.
Después, cuando estudié más detalladamente el trabajo de Sen, observé dos claros errores: uno, en ningún momento expuso la génesis de la pobreza, y dos, elaboró el concepto de pobreza sin incluir una crítica a la riqueza. En un mundo como el de hoy, donde mueren cada día 20.000 personas de hambre, resulta inadmisible que un economista de la talla de Amartya Sen sea tan poco revolucionario en su concepción sobre la pobreza. No entiendo cómo se puede ser tan metafísico: hablar de la pobreza sin vincularla con su contrario: la riqueza. Como tampoco entiendo que se pueda ser tan superficial: hablar de la pobreza sin vincularla con su fondo oculto: la propiedad privada sobre los medios de producción.

No nos dejemos engañar ni confundir

Juan Morales Ordóñez, en su trabajo titulado Dimensión Ética en el Discurso Económico. Reflexiones sobre el pensamiento de Amartya Sen, se expresa en los siguientes términos: “Amartya Sen comprende la problemática mundial en los términos mencionados y se remite al pensamiento de Adam Smith, considerado el padre de la teoría económica contemporánea, para fundamentar sus propias reflexiones. Smith, en su obra maestra Investigaciones sobre la naturaleza y causa de la Riqueza de las Naciones, plantea que en economía de deben respetar principios y valores. Afirma que dondequiera que haya una gran riqueza habrá una gran desigualdad. “Todo para nosotros y nada para los demás parece haber sido la ruin máxima de cuantos han gobernado a la Humanidad”, es otra de las afirmaciones del gran pensador escocés. Hoy la situación parece ser la misma que en la época en la cual escribió Smith, el siglo XVIII. Es que esta manera de actuar forma parte de la naturaleza de los seres humanos. Así como también forma parte de la condición humana la búsqueda de la justicia, la igualdad y la felicidad para todos”.
Si hoy, en los inicios del siglo XXI, se da la misma situación que en el siglo XVIII, todo para unos pocos y nada para los muchos, queda probado que en la economía capitalista no se respetan los principios y los valores de la igualdad y de la humanidad. Así que proclamar con Amartya Sen que la economía capitalista se debería conducir por principios éticos, es una proclama idealista que en nada ayuda a la liberación de los pobres. Si ya en el siglo XVIII el principal representante teórico de la burguesía, Adam Smith, veía con malos ojos que unos pocos tuvieran mucha riqueza y los muchos poca, no puede pretender Amartya Sen hacerse pasar por progresista y representante de los pobres defendiendo la misma consigna. Primero, porque es una idea vieja, y segundo, porque es la idea de un burgués.
Cuando Smith dice “todo para nosotros y nada para los demás”, “nosotros” son los capitalistas y “los demás” son los trabajadores. Y cuando dice “donde hay una gran riqueza”, hay que precisar que la gran riqueza sólo se da en manos de los capitalistas. Y esta contradicción, que unos pocos tengan riqueza en exceso y la mayoría tengan poca, ha estado presente en todos los modos de producción de riqueza que han precedido al capitalista: los esclavistas y los señores feudales han tenido riqueza en exceso, mientras que los esclavos y los siervos han vivido en la escasez. Así que no entiendo por qué Morales Ordóñez afirma que esta desigualdad forma parte de la naturaleza humana, cuando más preciso sería decir que hasta ahora la sociedad se ha dividido en clases, donde una de ellas explota a la otra. De manera que la solución a las diferencias de clases, esto es a las desigualdades, estriba, no en introducir principios éticos, sino en no permitir que una clase se apropie del trabajo de la otra. Y para ello, para evitar que nos hombres exploten a los otros, la propiedad sobre los medios de producción debe ser mayoritariamente pública.
Esconder que la causa de la desigualdad entre las personas es la propiedad privada sobre los medios para producir la riqueza, por medio de frases como “los que han gobernado hasta ahora a la Humanidad se han guiado por el principio ético de todo para nosotros y nada para los demás”, es puro idealismo. Se quiere dar a entender que se puede seguir manteniendo el modo de producción capitalista, donde rige el principio de la explotación del hombre por el hombre, y, sin embargo, tener unos gobernantes que eviten que los pocos tengan mucha riqueza y los muchos poca. Pero es un engaño, un engaño que dura más de doscientos años. Y Amartya Sen, con esa apariencia de neutralidad y de bonachón que tiene, es el continuador de ese engaño.

Deseo y dinero

En el discurso de apertura del lanzamiento del nuevo informe La infraestructura al servicio de los pobres elaborado por el PNUD y el gobierno de Japón, Amartya Sen se lució con estas palabras: “Una perspectiva de la pobreza exclusivamente centrada en los ingresos pasa inevitablemente por alto muchos aspectos importantes de la causalidad de la pobreza. La pobreza puede considerarse la privación de la verdadera libertad de la persona para vivir de la forma en que con toda razón desea vivir”. Es inadmisible que Amartya Sen se permita estos idealismos con lo dura y terrible que es la realidad para miles de millones de personas. Nos habla de que cada persona con toda razón desea vivir de una determinada forma. Y llama pobre a quien se le prive de esa libertad. De manera que hasta una persona millonaria que no pueda vivir como desea o no pueda vivir enteramente como desea, sería pobre. Puesto que puede haber una persona que tenga mucho dinero pero no el suficiente para ser propietario de una isla, que es su deseo. Y como no vive como desea, es pobre.
El poder social fundamental en el mundo de hoy es el dinero. Esto es una verdad que Amartya Sen en calidad de economista debería saber muy bien. Todo el mundo lo sabe; y si él lo ignora o hace como si no lo supiera, sus razones de clase tendrá. La única manera en que los seres humanos puedan vivir como desean, es teniendo el dinero necesario para vivir como desean. Pero si los pobres no tienen dinero o tienen muy poco, no podrán vivir como desean. Mientras que los ricos al tener mucho dinero, más incluso del que necesitan, podrán vivir como desean o se podrán aproximar a vivir como desean. Así que hablar del modo en que se desea vivir sin hablar del medio que hace realidad los deseos, esto es, la cantidad de dinero que se posee, es un engaño.

Hacer extenso los conceptos para borrar las diferencias de clase

En su trabajo Las distintas caras de la pobreza, publicado en El País el 30 de agosto del 2000, Amartya Sen se expresa en los siguientes términos: “Aquellos a quienes les gusta el camino recto tienden a resistirse a ampliar la definición de pobreza. ¿Por qué no mirar simplemente los ingresos y plantear preguntas como “cuántas personas viven con menos, digamos, de uno o dos dólares diarios”? Este análisis restringido toma entonces la forma sencilla de predecir tendencias y contar a los pobres. Pero las vidas humanas se pueden empobrecer de muchas maneras. Los ciudadanos sin libertad política –ya sean ricos o pobres- están privados de un componente básico del buen vivir. Lo mismo se puede decir de las privaciones sociales como el analfabetismo, la falta de sanidad, la atención desigual a los intereses de las mujeres y las niñas, etcétera”.
¡Que forma de confundir y engañar! Si yo elaboro el concepto de mesa y después el concepto de silla, podremos distinguir la mesa de la silla. Pero si yo elaboro el concepto de mueble, por medio de dicho concepto no se puede diferenciar la silla de la mesa, puesto que el concepto de mueble supone hacer abstracción de los rasgos que diferencian las sillas de las mesas. Del mismo modo procede Amartya Sen: primero, determina la privación como el contenido principal del concepto de pobreza, y segundo, declara que un rico en un régimen autoritario al estar privado de libertad política es también un pobre.
Amartya Sen habla como si la política no tuviera nada que ver con la economía, como si no hubiera un estrecho parentesco entre los intereses económicos de la clase dominante y la superestructura política. Nos quiere hacer creer que un rico de un sistema capitalista bajo un régimen fascista es pobre porque carece de libertad política. Cuando justamente gracias a ese régimen fascista el capitalista tiene la manos más libres para explotar a los trabajadores mucho más aún que en un régimen democrático. Por otra parte, nos quiere hacer creer que en la democracia capitalista el poder del Estado es ajeno al mayor de los poderes sociales: el dinero. Para ejercer la libertad política, muy especialmente en EEUU, hay que tener dinero. Así que es un engaño poner el nivel de ingreso como algo distinto del poder político. El poder político de una persona es directamente proporcional a su poder económico. Así que en política los pobres siguen siendo pobres y los ricos siguen siendo ricos.
Amartya Sen habla del nivel de ingreso como algo distinto de la atención sanitaria, de la educación y de la cultura. Cuando lo cierto es que las personas que tienen mucho dinero pueden pagar el colegio de sus hijos, comprar los servicios sanitarios que necesiten, y viajar, conocer a otros pueblos y visitar museos. Mientras que las personas que tienen un bajo nivel de ingreso, se ven en muchas dificultadas para darles una oportunidad de estudio a sus hijos y atenderlos sanitariamente como necesitan. Y viajar, conocer otros pueblos y visitar museos en el extranjero, a todo esto tienen que renunciar. Así que es un engaño plantear que la pobreza en el ámbito de los ingresos es distinto a la pobreza en el ámbito educativo, sanitario y cultural. Así que no otra cosa pretende Amartya Sen al hacer tan extenso el concepto de pobreza: borrar las abismales diferencias que hay entre los capitalistas y los trabajadores.

La privación como esencia principal en el concepto de pobreza

Un concepto podemos entenderlo como una caja vacía donde por fuera ponemos un nombre y dentro diversos contenidos. Según parece la gran aportación de Amartya Sen al concepto de pobreza está en haberle proporcionado “un nuevo y trascendental contenido”, el de privación. Se trata de no darle prioridad al contenido de nivel de ingreso, sino al de privación. Y dentro de las privaciones la mente aguda de Sen destaca estar privado de libertad política, de educación y de asistencia sanitaria. Qué curioso que al enumerar las privaciones como contenido esencial del concepto de pobreza, Amartya Sen no enumere el esencial: estar privado de los medios para producir riqueza. Qué curioso que hable de la pobreza sin mencionar para nada la propiedad. Yo creo que Amartya Sen es un burgués de tomo y lomo que habla de los pobres para defender el estatus de los ricos, que habla de los pobres sin cuestionar de raíz el estilo de vida de los ricos.

¿La pobreza es una cosa extraña?

A partir de aquí todas las citas de Amartya Sen están contenidas en su trabajo Sobre Conceptos y medidas de Pobreza, accesible en la red a través de EMVI. Escuchemos a Amartya Sen: “En su lecho de muerte, en Calcuta, J.B.S. Haldane escribió un poema llamado El cáncer es una cosa extraña. La pobreza no es menos extraña. Considérese la siguiente visión sobre ella:”. Dicha visión es la de M. Rein, quien plantea que el problema de la pobreza no está tanto en los propios pobres como en la sociedad que lo sufre.
Afirmar que la pobreza es una cosa extraña en virtud de una concepción reaccionaria de la misma, como la de M. Rein, sólo puede significar que Amartya Sen cede ante los reaccionarios. De todos modos el economista indio debió precisar más su concepción de que la pobreza es una cosa extraña. Una de las labores básicas de los filósofos es someter a crítica los conceptos circulantes y no tomarlos tal y como los emplea la sociedad.
Yo creo que la pobreza no tiene nada de extraña, todo lo contrario: es habitual, regular, casi cotidiana. Tampoco son extrañas las causas que la producen: carecer de trabajo, la sobreexplotación, el enriquecimiento de unos pocos, la propiedad privada sobre los medios de producción, las desgracias naturales, etcétera. Así que ni bajo el punto de vista de su historia ni de sus causas la pobreza es una cosa extraña. Mantener lo contrario es ceder ante el pensamiento reaccionario.

Los pobres y el dolor causado a la sociedad

Amartya Sen da la palabra a M. Rein: “A las personas no se les debe permitir llegar a ser tan pobres como para ofender o causar dolor a la sociedad. No es tanto la miseria o los sufrimientos de los pobres sino la incomodidad y el costo para la comunidad lo que resulta crucial para esta concepción de la pobreza. La pobreza es un problema en la medida en que los bajos ingresos crean problemas para quienes no son pobres”. La única critica que le formula Amartya Sen a M. Rein es la siguiente: “Es difícil reducir más a los seres humanos a la categoría de medios”. No deja de ser una crítica débil, cauta, nada arriesgada. M. Rein es un reaccionario y un vocero del sector más inhumano de la clase explotadora. El solo hecho de darle cabida en su discurso, nos da una idea de la verdadera catadura moral de Sen. Bueno sería preguntarse por qué Amartya Sen en vez de prestar atención al reaccionario de Rein no le presta atención al revolucionario de Proudhon. La respuesta es sencilla: Sen está más cómodo cerca de los reaccionarios que de los revolucionarios. Así se ve con claridad a qué clase social sirve con su pensamiento. Después se verán con más detalles los límites de la concepción reaccionaria de Rein.

La visión de clase

Hablar en términos de clases es muy distinto que hablar en términos de ciudadanos o de seres humanos. La representación que nos hacemos del mundo es distinta. En la concepción de Amartya Sen los pobres están en un lado y los no pobres en otro lado, y la relación que existe entre ellos es puramente externa. Y lo que busca Amartya Sen es que los ricos se apiaden de los pobres y permita que el Estado los socorra. Y para ello les hace creer que hasta los ricos que carecen de libertades políticas o los ricos con pocos estudios también son pobres. Mientras que con la visión de clase las cosas cambian notablemente. La sociedad se divide en dos clases bien diferenciadas: los que son propietarios de los medios de producción y los que no lo son. Y dentro de los que no son los propietarios están los que trabajan y los que están en el paro. Y dentro de los que están en el paro están los pobres. Así que los pobres forman parte de la clase trabajadora. De manera que cuando se mide el grado de explotación de la clase trabajadora, debe incluirse a los pobres.

Requisitos de un concepto de pobreza

Escuchemos a Amartya Sen: “El primer requisito para conceptuar la pobreza es tener un criterio que permita definir quién debe estar en el centro de nuestro interés. Especificar algunas “normas de consumo” o una “línea de pobreza” puede abrir parte de la tarea: los pobres son aquellos cuyos niveles de consumo caen por debajo de estas normas, o cuyos ingresos están por debajo de esa línea. Pero esto lleva a otra pregunta: ¿El concepto de pobreza debe relacionarse con los intereses de: 1) sólo los pobres: 2) sólo los que no son pobres, o 3) tanto unos como otros?”
No ve usted, atento lector, cómo Amartya Sen al formular esta segunda pregunta cae en el juego del pensamiento reaccionario de M. Rein, hasta el punto, cómo tendrá oportunidad de ver después, de darle en parte la razón. ¿No es evidente que es el colmo del pensamiento escolástico y formal transformar en un problema la pregunta sobre quién debe recaer el concepto de pobre? ¿No es un exceso de formalismo y superficialidad atreverse a preguntar si el concepto de pobre debería abarcar a los no pobres o tanto a los pobres como a los ricos? Yo creo que sí. Amartya Sen es odiosamente formalista en algo tan grave y tan duro.
Amartya Sen descarta sin más la opción 2), la que afirma que el concepto de pobreza debe alcanzar a los no pobres. No obstante, simpatiza un poco con la opción 3), aquella que dice que el concepto de pobreza debe alcanzar tanto a los pobres como a los ricos, hasta el punto de que llega a afirmar: “Sin duda, la penuria de los pobres afecta al bienestar de los ricos. La verdadera pregunta es si estas consecuencias se deberían incorporar como tales en el concepto de pobreza, o figurar como posibles efectos de la pobreza”. Aquí Amartya Sen muestra a todas luces que bajo su piel de cordero hay un lobo capitalista. Lo cierto es que la desmesurada riqueza es causa de la extrema pobreza, de manera que en este sentido en el concepto de pobreza si debemos incluir a los ricos. Los ricos son ricos gracias a que los pobres son pobres, gracias a que los primeros se apropian del trabajo de los segundos. Pero Amartya Sen ha invertido la relación de causa y efecto que hay en los hechos: presenta a los pobres causando efectos en el bienestar de los ricos, mermando el bienestar de los ricos. Y esto lo convierte en un lobo capitalista.

La tasa de incidencia

A pesar de que descarta la primera opción y coquetea con la tercera, Amartya Sen termina afirmando que “el foco del concepto de pobreza tiene que ser el bienestar de los pobres como tales, sin importar los factores que lo afectan”. Después de esta “gran conclusión” Amartya Sen dice lo siguiente: “La pobreza se expresa como la relación entre el número de pobres y la población total de la comunidad. Esta tasa de incidencia (H) tiene por lo menos dos serias limitaciones. En primer lugar, no da cuenta de la magnitud de la brecha de los ingresos de los pobres con respecto a la línea de pobreza. En segundo lugar, es insensible a la distribución del ingreso entre los pobres”. No niego la importancia económica que tiene estas dos limitaciones, pero no deja de ser sospechoso que no hable de la brecha que hay de los ricos respecto de la línea de pobreza y de la diferencia de ingresos entre los no pobres. Así la visión sería enteramente global.

El enfoque biológico

Escuchemos a Amartya Sen: “En su famoso estudio de principios de siglo sobre la pobreza en York, Seebonm Rowntree definió las familias en situación de pobreza primaria como aquellas cuyos ingresos totales resultan insuficientes para cubrir las necesidades básicas relacionadas con el mantenimiento de la simple eficiencia física”. A esta concepción Amartya Sen le plantea tres objeciones: una, en virtud de las diferencias climáticas y hábitos de trabajo los requerimientos nutricionales básicos son difíciles de establecer con precisión, dos, la conversión de los requerimientos nutricionales mínimos en requerimientos mínimos de alimentos tan bien es difícil de precisar, puesto que dependen de los hábitos de consumo de las personas, y tres, resulta difícil definir los requerimientos mínimos para los rubros no alimentarios. Así que Amartya Sen concluye: “En vista de estos problemas, bien se puede coincidir con Martín Rein, cuando afirma que casi todos los procedimientos utilizados en la definición de la pobreza como nivel de subsistencia se pueden cuestionar razonablemente”.
Yo creo que estos problemas no se dan cuando se estudian los requerimientos nutricionales de los animales que hay en un zoológico. No creo que se deba buscar una estricta precisión matemática y que los pobres merecerían un trato más humano que la que se les confiere a los animales. Amartya Sen suele hablar mucho de la libertad en relación con la pobreza; pues bien, que se le de la libertad a los pobres para que ellos digan cuáles y cuántos son los medios de subsistencia que necesitan para vivir con dignidad. Seguro que si a una persona con mucho dinero le preguntáramos con cuánto dinero debería vivir su hijo para llevar una vida digna, esa cuantía sería muchísima más grande que si se lo preguntáramos a un pobre. Así que no hay nada de difícil en la precisión de los requerimientos nutricionales básicos como tampoco lo hay en los alimentos en que habría que convertir esos requerimientos. No es un problema de precisión, es un problema de intereses.

El enfoque de la desigualdad

Después de que Millar y Roby afirmaran que “enunciar los problemas de la pobreza en términos de estratificación supone concebir la primera como un problema de desigualdad”, Amartya Sen hace la siguiente valoración: “Es claro que hay mucho que decir a favor de este enfoque. No obstante, cabe argüir que la desigualdad es fundamentalmente un problema distinto de la pobreza. Analizar la pobreza como un problema de desigualdad o viceversa no le haría justicia a ninguno de los dos conceptos. Obviamente, la desigualdad y la pobreza están relacionadas. Pero ninguno de los conceptos subsume al otro”. Es obvio que Amartya Sen no cesa de pensar de forma escolástica, con los rudimentos de la lógica formal, quedando muy lejos del materialismo histórico y dialéctico.
Escuchemos a Aristóteles en tres ocasiones en su obra La Política. Primero en el capítulo VI, titulado Idea general de la República, donde dice: “Tres elementos se disputan en el Estado la igualdad: la libertad, la riqueza y el mérito”. Escuchémoslo por segunda vez en el capítulo IV titulado Examen de la constitución propuesta por Fáleas de Calcedonia: “Para muchos el punto capital parece ser la organización de la propiedad, origen único, a su parecer, de las revoluciones. Fáleas de Calcedonia es el que, guiado por este pensamiento, ha sido el primero que ha sentado el principio de que la igualdad de fortuna entre los ciudadanos era indispensable”. Y tercero, en este mismo capítulo, dice esto otro: “Ya he dicho que Platón, en el tratado de las leyes, permitía la acumulación de la riqueza hasta cierto límite, que no podía pasar en ningún caso del quíntuplo de un minimun determinado”.
Resulta asombroso que Fáleas de Calcedonia y Platón, dos esclavistas, tengan un pensamiento más revolucionario que el de Amartya Sen. Esto nos da una idea de hasta que punto se han vuelto conservadores e incluso reaccionarios los representantes teóricos de la burguesía actual. También nos da una idea de lo formal y poco profundo que es el pensamiento filosófico moderno, en especial el empirismo y el positivismo, al que está fuertemente abrazado Amartya Sen.
Las grandes diferencias económicas entre los hombres generan luchas sociales. Que estas luchas sociales se transformen en revoluciones dependen de más aspectos que sólo las diferencias económicas. De todos modos, es sabio el pensamiento de Fáleas de Calcedonia cuando afirma que la igualdad de fortuna evitaría las revoluciones o luchas sociales. También es sabio el pensamiento de Platón cuando plantea que para evitar las grandes diferencias económicas entre los hombres hay que establecer un tope máximo de riqueza. E igualmente es sabio el pensamiento de Aristóteles cuando afirma que la riqueza es uno de los tres aspectos que se disputan la igualdad en el Estado. Afirmar, como hacer Amartya Sen, que la desigualdad es un problema fundamentalmente distinto de la pobreza es un puro formalismo, hacerle el juego a la burguesía y situarse más atrás que los grandes filósofos de la época de la Grecia clásica.
La revolución burguesa y con ella el Estado de derecho estableció la igualdad política entre los hombres. Todos los hombres son iguales ante la ley independientemente de su fortuna, sexo y creencia religiosa. Es una igualdad que se basa en la abstracción de las diferencias de riqueza. Esa es su grandeza y esa es su limitación. Es grande si comparamos la revolución burguesa con la sociedad feudal, pero su limitación se muestra en su comparación con el socialismo, una sociedad donde no sólo se pretende que los hombres sean políticamente iguales, sino también económicamente iguales. No hablo ni planteo la igualdad absoluta, pero si una igualdad relativa. Es lógico y razonable que una persona en función de su trabajo gane cinco veces más que el trabajador que vive del salario base, ahí nos mantenemos dentro de los parámetros de la igualdad relativa, lo que no es lógico es que gane cincuenta, cien y mil veces más.

Privación relativa

Escuchemos a Amartya Sen: “El concepto de privación relativa se ha utilizado con buen fruto para analizar la pobreza, sobre todo en la literatura sociológica. Ser pobre tiene mucho que ver con tener privaciones y es natural que, para un animal social, el concepto de privación sea relativo. Si embargo, en el término privación relativa están contenidas, al parecer, nociones distintivas y diversas.
Una distinción tiene que ver con el contraste entre sentimientos de privación y condiciones de privación. Peter Townsend ha sostenido que la última sería una mejor acepción. Hay mucho que decir a favor de un conjunto de condiciones concretas que permitieran usar el término privación relativa en un sentido objetivo para describir situaciones en las cuales las personas poseen cierto atributo deseable, menos que otras, sea ingreso, buenas condiciones de empleo o poder.
Por otra parte, la elección de las condiciones de privación no puede ser independiente de los sentimientos de privación. Los bienes materiales no se pueden evaluar, en este contexto, sin una referencia a la visión que la gente tiene de ellos; incluso si los sentimientos no se incorporan de manera explícita deben desempeñar un papel implícito en la selección de los atributos.
Estos diferentes aspectos relacionados con la idea general de privación relativa influyen de modo considerable en el análisis social de la pobreza. Sin embargo, vale la pena señalar que tal enfoque no puede ser, en realidad, la única base del concepto de pobreza. Una hambruna, por ejemplo, se considerará de inmediato como un caso de pobreza aguda, sin importar cuál sea el patrón relativo dentro de la sociedad. Por lo tanto, el enfoque de privación relativa s complementario, y no sustitutivo, del análisis de la pobreza en términos de desposesión absoluta”.
Enumeremos las genialidades aportadas por Sen en la elaboración del concepto de privación. Una, el concepto de privación ha dado muchos frutos en sociología, dos, para un animal social el concepto de privación tiene que ser relativo, tres, en el concepto de privación hay dos aspectos que distinguir: condiciones de privación y sentimientos de privación. Cuatro, el término de privación relativa puede ser usado para describir que las personas poseen ciertos atributos, como ingreso, empleo o poder. Quinto, la elección de las condiciones de privación no puede ser independiente de los sentimientos de privación. Y sexto, el enfoque de la privación relativa es complementario del enfoque de la desposesión absoluta.
Es obvio que este pensamiento es extremadamente formal, exageradamente vago, no ahonda para nada en el análisis de la pobreza; y las distinciones que establece para el concepto de privación son muy banales. ¿Qué sabemos de nuevo acerca de la pobreza con esta aportación de Amartya Sen? Nada. Es más, es una forma de distraer a los intelectuales, engatusarlos con palabras generales, rehuyendo lo concreto. La economía, incluso cargándola de ética, trata de la riqueza. Y si trata de la riqueza, trata de los medios para producir la riqueza. Y si trata de los medios para producir la riqueza, debe tratar de la propiedad sobre dichos medios. ¿Por qué afirmo que el pensamiento de Amartya Sen es extremadamente formal? Porque hablando de privación no habla de la principal privación que habría que hablar en economía: la privación de medios para producir riqueza. Escamotear esta cuestión fundamental y decisiva, esquivarla continua y regularmente, es una manifestación de que Amartya Sen sirve a los intereses de los capitalistas.

El concepto de pobreza como fruto de una convención

Escuchemos a Amartya Sen: “Como ha dicho Eric Hobsbawm, la pobreza se define siempre de acuerdo con las convenciones de la sociedad donde ella se presente. Hace más de doscientos años Adam Smith expuso el punto con gran claridad: “Por mercancías necesarias entiendo no sólo las indispensables para el sustento de la vida, sino todas aquellas cuya carencia es, según las costumbres de un país, algo indecoroso entre las personas de buena reputación, aún entre las de clase inferior”. En el mismo espíritu, Karl Marx sostenía que si bien es cierto que hay un elemento histórico y moral en el concepto de la subsistencia, aún así, en un país determinado y en un periodo determinado, está dado el monto promedio de los medios de subsistencia necesarios. Es posible que Smith y Marx hayan sobrestimado el grado de uniformidad de opiniones en una comunidad en torno al contenido de la subsistencia o la pobreza. Acaso la descripción de necesidades diste mucho de ser ambigua. Pero la ambigüedad de una descripción no la convierte en un acto descriptivo sino sólo en uno de descripción ambigua”.
Vuelve aquí a repetirse el exacerbado formalismo de Amartya Sen. Cree que el nivel de subsistencia alcanzado por los trabajadores, el salario mínimo, es fruto de una convención o de un acto descriptivo llevado a cabo por un despierto intelectual, cuando en realidad es fruto de luchas históricas. E incluso tiene la desfachatez de catalogar de ambiguo el nivel mínimo de subsistencia, esto es, el salario mínimo. Amartya Sen es descaradamente burgués por todos los costados.

El planteamiento de Marx en torno al nivel de subsistencia o valor de la fuerza de trabajo

Escuchemos a Marx en El Capital, en la sección Compra y venta de la fuerza de trabajo: “Si el propietario de la fuerza de trabajo ha trabajado hoy, tiene que poder repetir mañana el mismo proceso en las mismas condiciones de fuerza y salud. Así, pues, la suma de medios de subsistencia tiene que ser suficiente para mantener al individuo trabajador como individuo trabajador en su estado normal de vida. Las necesidades naturales, como la alimentación, el vestido, la calefacción, la vivienda, etcétera, varían según el clima y otras condiciones naturales de cada país. Por otro lado, el volumen de las llamadas necesidades naturales, así como el modo de satisfacerlas, son un producto histórico y, por lo tanto, depende en su mayor parte del nivel cultural de un país, y entre otras cosas, también y esencialmente, de las condiciones, los hábitos y las exigencias con que se haya formado la clase de los obreros libres. En contraste con las otras mercancías, la determinación del valor de la fuerza de trabajo contiene, pues, un elemento histórico y moral. Sin embargo, en un país y en un periodo determinado viene dado el promedio de los medios de subsistencia necesarios”.
Enumeremos las ideas principales de Marx. Una: el volumen de las necesidades naturales y su modo de satisfacerla son un producto histórico y no el resultado de una convención. Dos: el volumen de las necesidades naturales depende del nivel cultural de cada país y de los hábitos, condiciones y exigencias con que se haya formado la clase de los obreros libres. Tres: la determinación del valor de la fuerza de trabajo, a diferencia del resto de las mercancías, contiene un elemento histórico y moral. Y cuatro: en un país y en un periodo determinado viene dado el promedio de los medios de subsistencia necesarios. Y esta cuarta determinación no tiene nada de ambigua: lo expresa el salario base. Y el salario base es un fruto histórico, un fruto de la lucha de la clase obrera, un fruto de sus exigencias. También es un fruto de la resistencia y de la lucha de la clase capitalista. Todo menos una convención o un acto de descripción intelectual.

Los pobres y la libertad

Alejandro Schtulmann, autor de un comentario sobre el libro de Amartya Sen titulado Desarrollo y libertad, dice lo siguiente: “Sen da comienzo a su libro exponiendo que a pesar de los incrementos sin precedente en riqueza global, el mundo contemporáneo niega las libertades más básicas a un gran número –si no es que la mayoría- de sus habitantes. En algunos casos, señala el autor, la falta de estas libertades puede ser directamente relacionada con la pobreza económica, que priva a la gente de la libertad para satisfacer el hambre, lograr un nivel adecuado de nutrición, obtener las medicinas y los medios necesarios para tratar enfermedades, o la oportunidad de disfrutar agua o instalaciones sanitarias”.
Amartya Sen pone aquí en práctica algunos trucos conceptuales que bien merecen ser puestos al descubierto. Cuando Sen se pregunta ¿quién es el que niega a la mayoría de los habitantes del mundo sus libertades básicas? Responde de un modo extremadamente genérico y escurridizo: el mundo contemporáneo. Es tan cobarde o tan burgués que es incapaz de nombrar de forma concreta a los responsables de la falta de libertades básicas en el mundo. No hay que ser muy sabio para saber que son los grandes capitalistas, los grandes financieros, las grandes oligarquías.
Hablemos de otro truco. A nadie se le ocurriría plantear que la necesidad de alimentarse se puede representar como la libertad para satisfacer el hambre. Todos sabemos que el reino de la libertad empieza cuando se tienen cubierta las necesidades básicas. Así que es un truco de mal gusto presentar la necesidad de alimentación como un acto de libertad. Hay más: la verdadera libertad, la superación del reino de la necesidad, se logra, a juicio de Marx, con la reducción de la jornada laboral. Ahí está la clave de la verdadera libertad humana y no en esos trucos conceptuales que transforman las necesidades en libertades.

Hambre, prensa y democracia

Amartya Sen, en un articulo publicado en Clarín Digital y titulado Hambre, prensa y democracia, dice los siguiente: “La existencia y el ejercicio de las libertades y los derechos políticos, incluida la libertad de expresión, hacen más fácil evitar desastres económicos como las hambrunas. En la terrible historia de las hambrunas, se destaca que no se produjo ninguna hambruna significativa en un país con forma de gobierno democrática y una prensa relativamente libre”. Y más adelante dice esto otro: “Sin embargo, China no fue capaz de evitar la hambruna. Se calcula que las hambrunas de China de 1958 a 1961 mataron a 30 millones de personas, diez veces más que la gigantesca hambruna de 1943 en la India británica. El llamado gran salto adelante iniciado a fines de los años 50 fue un fracaso masivo, pero el gobierno chino se negó a admitirlo y siguió aplicando dogmáticamente las mismas políticas desastrosas durante otros tres años. Es difícil imaginar que esto hubiera podido pasar en un país que tiene elecciones regularmente y una prensa independiente”.
Esta es una forma caprichosa de razonar, de enlazar cosas sin fundamentos ni pruebas, sencillamente para servir a los intereses del capitalismo. Hagamos gala de un juicio caprichoso. Las dos guerras mundiales fueron obra de los países más avanzados y democráticos del mundo. Y estos países estaban en posesión de la prensa más “libre” e independiente” del mundo. Pero en la segunda guerra mundial, sólo en la Unión Soviética, hubo 30 millones de muertos. La pregunta sería: ¿cómo habiendo democracia y prensa independiente no se evitó esa masacre? Esto sería una pregunta estúpida, puesto que lo cierto es que se produjo esa masacre, y no sería la presencia o ausencia de democracia la causa que lo explicara. Todo el mundo sabe que lo hay de fondo en toda guerra son los intereses económicos y no ninguna clase de intereses humanitarios o democráticos.
Del mismo modo se tendría que dar primero en los países democráticos la posibilidad de una hambruna para preguntarse después si la democracia sería un medio para evitarla o no. Y mientras esta posibilidad no se de, la afirmación de Sen carece de fundamento. De todos modos es una asociación caprichosa la de la democracia con la hambruna, es sencillamente un medio para criticar al socialismo chino. No digo que el socialismo chino no pueda ser criticado por sus errores, que los tuvo y los tiene, pero hay críticas y críticas: hay críticas que pretenden mejorar el socialismo y otras que pretenden liquidarlo.
Hablar de que la prensa en los países capitalistas es libre e independiente es una burla, un engaño que nadie debe tragarse. En primer lugar la prensa está en manos privadas. De manera que la prensa no es independiente de esos intereses privados. Será supuestamente independiente de los intereses del gobierno de turno, pero no de sus propietarios. Y en segundo lugar, los creadores de opinión, los directores de informativos y los periodistas más famosos del mundo ganan mucho dinero, hecho que los convierten en capitalistas. De manera que no podemos esperar ninguna independencia de los intereses del capital por parte de aquellos que son capitalistas y se alimentan del sistema capitalista.
En lo que se refiere a que la prensa es libre, sin duda que es libre. Pero la cuestión es saber quién ejerce esa libertad. Y los que ejercen la libertad de expresión son los grandes periodistas y líderes de opinión que mencionamos antes. La libertad es directamente proporcional al poder que se ostente. Y los trabajadores, y en especial sus capas pobres, carecen de poder o el que tienen es muy raquítico. Así que de poca libertad pueden disfrutar.
Dado que las hambrunas afectan a muchas menos personas que el hambre crónica y son más ocasionales, cabe preguntarse por qué Sen hace tanta incidencia en las hambrunas. A mi no me cabe la menor duda: tiene mayor rentabilidad ideológica y política. Los burgueses siempre buscan la manera de afear el socialismo. Pero contraataquemos. Fian Internacional el 13 de octubre de 2005 hizo público el siguiente comunicado: “La India es el país con el número más alto de personas en el mundo sufriendo de hambre. Casi un cuarto del total mundial de los desnutridos vive en la India”. Habría que preguntarle a Sen cómo es posible que esto suceda si en India hay “democracia” y “prensa independiente”.
Sigamos contraatacando. En Tierramérica, en la sección Noticias, el 28 de octubre de 2006, podemos leer lo siguiente: “La Corte Suprema de Justicia de India debió intervenir en septiembre para obligar al gobierno a distribuir el excedente de arroz y trigo entre los famélicos de una población nacional de 1.000 millones de habitantes. “Nuestros graneros están rebosantes porque la gente no tiene con qué comprarlos”, afirmó el ministro de Agricultura, Ajit Singh. Singh fue el primer político del partido del gobierno, a nivel federal, en describir una situación en que millones de personas mueren de hambre mientras las autoridades se quejan del excedente de grano, que llegará a 80 millones de toneladas, según estimaciones”. A Sen y a todos los empiristas les encanta hablar de la causalidad y de las relaciones de la causalidad, pero no quieren ver lo que tienen delante de los ojos: el sistema capitalista genera hambre por un lado y sobreproducción por otro lado. Ya lo dijo Marx hace muchos años: la causa de todas las crisis está en el bajo poder adquisitivo de los trabajadores.
Realicemos el último contraataque. En el Correo, en junio de 2001, P. Sainath, un periodista indio independiente, se expresa en los siguientes términos: “A comienzos de mayo de este año, la Suprema Corte india tuvo que intervenir para que el hambre pudiera regresar a la primera plana de la prensa. Es un caso sorprendente. ¿Quién habría imaginado que una publicación necesita que la justicia le diga que el hambre sigue siendo un tema importante en este país y en el resto del sudeste asiático?
India, Pakistan y Bangladesh declararon en los últimos años que poseían un excedente de 50 millones de toneladas de alimentos. Pese a todo, entre los tres vecinos reúnen la mitad del hambre del mundo. …Cifras recientes del gobierno demuestran que en Anantapur, uno de los distritos de Andhra, entre 1997 y 2000 se suicidaron 1.826 personas, sobre todo agricultores con pequeñas propiedades inferiores a una hectárea. Una vez más los medios de comunicación optaron por mirar en otra dirección, permitiendo que las autoridades manipularan informes sobre las razones de esas muerte. …En el decenio pasado, la prensa india –obsesionada por los temas triviales- dedicó enorme espacio a explicar que la floreciente clase media india por fin tenía acceso a las hamburguesas McDonald´s y a las marcas más sofisticadas de la moda internacional. O a escribir sobre la proliferación de clínicas para adelgazar y concursos de belleza. Esos son temas que generan rédito publicitario, no las desagradables historias sobre gente muriendo de hambre o la falta de agua potable aun en el corazón de las grandes ciudades. Las contradicciones de India se reflejan en la prensa. Por un lado, están los grupos humanos excedidos en peso que pagan miles de rupias para adelgazar en clínicas especializadas; por el otro, hay miles de personas que mueren de hambre. Los medios de comunicación prefieren la primera parte de la realidad e ignoran la segunda”.
¿No es evidente que el pensamiento de Sen, que una prensa “independiente” y “libre” sería un freno para la pobreza, carece de fundamento? ¿No vemos el ejemplo en India? En primer lugar, la prensa burguesa se ocupa de problemas triviales y oculta los graves problemas de la gente sencilla. La prensa burguesa como el pensamiento burgués actual es superficial y banal. Y en segundo lugar, los medios de comunicación son empresas capitalistas y lo que buscan es vender lo más que puedan. No son independientes de las ventas ni de las ganancias. Así que es un engaño lo que dice Sen. La prensa “independiente” no es un remedio para evitar el hambre ni la hambruna. Y si en algún caso se ocupa de los problemas del hambre, lo hará porque así se vende más ejemplares.

La visión de Marx sobre los pobres

El capital produce pobres de diversas maneras. Hablemos de dos de ellas. Una: al avanzar la acumulación capitalista varía la proporción que se da entre capital constante, dinero invertido en medios de producción, y capital variable, dinero invertido en fuerza de trabajo. Si originariamente esta proporción era de 1: 1, después se convierte en 2:1, 3:1, 4:1, etcétera, de modo que se va invirtiendo progresivamente cada vez menos en fuerza de trabajo y más en medios de producción. Escuchemos a Marx: “la acumulación capitalista produce constantemente, en proporción a su energía y a su volumen, una población relativamente adicional, es decir, sobrante para las necesidades medias de valorización del capital y, por lo tanto, superflua.
Y dos: el gran capital de continuo destruye al pequeño capital y, con ello, destruye los puestos de trabajo creado por el pequeño capital. Por lo tanto, los pobres son un producto del capital y no algo independiente del cual es difícil saber sus causas. En una sociedad capitalista los puestos de trabajo los crea el capital; y si hay pobres, será porque el capital es incapaz de crear los puestos de trabajo que necesita en la actualidad la humanidad. Hecho que pone de manifiesto que el sistema capitalista se ha convertido en un obstáculo para el desarrollo libre y armonioso de la humanidad.

Francisco Umpiérrez Sánchez

En Las Palmas de Gran Canaria. 1 de noviembre de 2006.

Como citar este artículo: 

Francisco Umpierrez Sanchez "Conceptos de Pobreza - Amartya Sen" [en linea]
Dirección URL: https://www.zonaeconomica.com/blog/franciscoumpierrezsanchez/conceptosdepobrezaa (Consultado el 26 de Abr de 2024)



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Comentarios

Un par de comentarios al texto de Francisco Umpierrez Sanchez. Recalco primeramente que a mí mucho no me gusta A.Sen, y que estoy de acuerdo con que suele dar volteretas e inventar conceptos para no decir nada nuevo. Pero este tipo se nota que leyó mucho a Sen pero no le entendió nada, o lo leyó con anteojeras, o pensó que iba a leer otras cosas. Problema tipico de andar con anteojeras ideológicas. Sen habla de una cosa y el tipo le critica que no hable de otra cosa: del sistema capitalista. Sen quiere hablar de como medir la pobreza y como definir la pobreza. Y este fulano le critica que no habla de....ay...de tantas cosas. Me tomé la molestia de hacerle comentarios mientras lo leía, al margen de su texto. Ahí están en negritas.
Por ende vuelvo a copiar el texto de Umpiérrez Sanchez, con los comentarios en negritas.
CONCEPTOS DE POBREZA
(Reflexión crítica sobre las ideas de Amartya K. Sen)

“La economía política anterior partía de la riqueza supuestamente engendrada
para las naciones por el movimiento de la propiedad privada, para llegar a
sus consideraciones apologéticas sobre este régimen de propiedad. Proudhon
parte del lado inverso, que la economía política encubre sofísticamente, de
la pobreza engendrada por el movimiento de la propiedad privada, para llegar
a sus consideraciones, que niegan este tipo de propiedad”. Karl Marx. La
Sagrada Familia.

Cuando leí por primera vez el trabajo de Amartya Sen sobre los conceptos y
las medidas de la pobreza, me quedé sorprendido de saber que hubiera dudas
acerca de la definición de la pobreza. De hecho el propio Sen declara que
coincide con la siguiente afirmación de Martín Rein: “casi todos los
procedimientos utilizados en la definición de la pobreza como nivel de
subsistencia se pueden cuestionar razonablemente”. Aquí la razón parece
tener carácter impersonal y ser ajena a los intereses de clase. Seguro que
si Rein y Sen vivieran con unos ingresos inferiores al salario mínimo, 
carecerían de cualquier duda  acerca de la definición de la pobreza. Sabrían
establecer con mucha holgura el nivel de subsistencia digno para un ser
humano. (¿y ese cual sería? ¿habría que preguntarle a cada una de las personas con un salario inferior al minimo si se considera pobre? ¿acaso no hay gente por encima del salario minimo que también se considera pobre?. Finalmente: ¿existe salario minimo en economías subdesarrolladas y principalmente informales? Desde España resulta comodo hablar así, suponiendo y asumiendo relaciones laborales asalariadas y formales. Pero en la mayoría del mundo subdesarrollado los de menores ingresos no tienen salario, sino que son cuentapropistas pseudo-empleados, como limpiavidrios, etc. ¿de que salario minimo habla? ¿como se determina ese salario minimo? ¿lo define el poder legislativo? ¿como decide el poder legislativo cual debe ser el salario minimo? ¿el salario minimo lo definen las luchas sindicales? ¿que pasa con todos los desempleados, no sindicalizados, informales, etc.? El tipo ya empieza el texto pateando y desechando la pregunta crucial que se formula Sen. Y ahora empieza a hablar de lo que a el le gusta: relaciones de clase.)
En la definición de la pobreza hay que tener en cuenta los intereses de
clase y no engañar a la gente con un falso objetivismo abstractamente
humano. Cuando se discute sobre el salario mínimo, los trabajadores quieren
que sea lo más alto posible y los capitalistas que sea lo más bajo posible.
No es un problema de abstracta objetividad el determinar el salario mínimo,
sino un problema de intereses. Igual ocurre con la determinación del
concepto de pobreza. (ok, de acuerdo. Obviamente la definición tiene connotaciones politicas importantisimas: muestra el nivel de ingresos, libertades o lo que sea que se consideran minimos aceptables. A partir de allí se define la agenda de la politica economica y su orientación. Sin embargo vuelve a recaer sobre el mismo punto: ¿cual es el nivel? Lo deja al arbitrio de los intereses de clase: los ricos subestiman a la cantidad de pobres y los pobres tienden a sobreestimarla. Queda claro que el punto en el que se ubique finalmente dicho nivel depende de las fuerzas politicas que intervengan sobre tal decisión, pero no se puede evadir la pregunta de definir evenutalmente un nivel argumentado que es una cuestión de intereses. )

Después, cuando estudié más detalladamente el trabajo de Sen, observé dos
claros errores: uno,  en ningún momento expuso la génesis de la pobreza, y
dos, elaboró el concepto de pobreza sin incluir una crítica a la riqueza. En
un mundo como el de hoy, donde mueren cada día 20.000 personas de hambre, resulta inadmisible que un economista de la talla de Amartya Sen sea tan
poco revolucionario en su concepción sobre la pobreza.  No entiendo cómo se
puede ser tan metafísico: hablar de la pobreza sin vincularla con su
contrario: la riqueza. Como tampoco entiendo que se pueda ser tan
superficial: hablar de la pobreza  sin vincularla con su fondo oculto: la
propiedad privada sobre los medios de producción. (si a Sen le gusta hablar de formas de medir la pobreza, y no se propuso hablar sobre las causas de la pobreza o sobre el sistema capitalista no me parece que sea  fuente de critica el señalarle que no habló sobre lo que no se propuso hablar. ¿no?)

No nos dejemos engañar ni confundir

Juan Morales Ordóñez, en su trabajo titulado Dimensión Ética en el Discurso
Económico. Reflexiones sobre el pensamiento de Amartya Sen, se expresa en
los siguientes términos: “Amartya Sen comprende la problemática mundial en
los términos mencionados y se remite al pensamiento de Adam Smith,
considerado el padre de la teoría económica contemporánea, para fundamentar
sus propias reflexiones. Smith, en su obra maestra Investigaciones sobre la
naturaleza y causa de la Riqueza de las Naciones, plantea que en economía de
deben respetar principios y valores. Afirma que dondequiera que haya una
gran riqueza habrá una gran desigualdad. “Todo para nosotros y nada para los
demás parece haber sido la ruin máxima de cuantos han gobernado a la
Humanidad”, es otra de las afirmaciones del gran pensador escocés. Hoy la
situación parece ser la misma que en la época en la cual escribió Smith, el
siglo XVIII. Es que esta manera de actuar forma parte de la naturaleza de
los seres humanos. Así como también forma parte de la condición humana la
búsqueda de la justicia, la igualdad y la felicidad para todos”.
Si hoy, en los inicios del siglo XXI, se da la misma situación que en el
siglo XVIII, todo para unos pocos y nada para los muchos, queda probado que
en la economía capitalista no se respetan los principios y los valores de la
igualdad y de la humanidad. Así que proclamar con Amartya Sen que la
economía capitalista se debería conducir por  principios éticos, es una
proclama idealista que en nada ayuda a la liberación de los pobres. Si ya en
el siglo XVIII el principal representante teórico de la burguesía, Adam
Smith, veía con malos ojos que unos pocos tuvieran mucha riqueza y los
muchos poca, no puede pretender Amartya Sen hacerse pasar por progresista y
representante de los pobres defendiendo la misma consigna. Primero, porque
es una idea vieja, y segundo, porque es la idea de un burgués. (no creo que Sen no se asuma a si mismo como un burgués. Y del lado de ideas viejas...me parece que hace 250 años que dentro del capitalismo se manejan las mismas ideas, y dentro del marxismo hace 150 años que se habla en los mismos terminos. No es algo propio de Sen: es la falta de ideas universal. Todas las corrientes son neo-algo. Neoliberalismo, neokeynesianismo, neomarxismo, neomercantilismo, neoinstitucionalismo, neoplatonismo, etc.)
Cuando Smith dice “todo para nosotros y nada para los demás”, “nosotros” son los capitalistas  y “los demás” son los trabajadores. Y cuando dice “donde
hay una gran riqueza”, hay que precisar que la gran riqueza sólo se da en
manos de los capitalistas. Y esta contradicción, que unos pocos tengan
riqueza en exceso y la mayoría tengan poca, ha estado presente en todos los
modos de producción de riqueza que han precedido al capitalista: los
esclavistas y los señores feudales  han tenido riqueza en exceso, mientras
que los esclavos y los siervos  han vivido en la escasez.  Así que no
entiendo por qué Morales Ordóñez  afirma que esta desigualdad  forma parte
de la naturaleza humana, cuando más preciso sería decir que hasta ahora la
sociedad se ha dividido en clases, donde una de ellas explota a la otra. De
manera que la solución a las diferencias de clases, esto es a las
desigualdades, estriba, no en introducir principios éticos, sino en no
permitir que una clase se apropie del trabajo de la otra.  Y para ello, para
evitar que nos hombres exploten a los otros, la propiedad sobre los medios
de producción debe ser mayoritariamente pública. (1-Hoy día muchos de los pobres no son explotados: son directamente marginados. No importan ni siquiera como elemento de explotación: no son trabajadores explotados. son lumpenes en todos los aspectos de la vida. 2-mezcla el tema de desigualdad con el de pobreza, ya que para sanchez le parece que DEBE mezclarse, y que son indisolubles. Pero se sabe que en los paises mas pobres hay menos desigualdad que en los de ingresos medios. 3- la experiencia sovietica (con medios de producción estatales) no resultó mejor que otros países capitalistas.)

Esconder que la causa de la desigualdad entre las personas es la propiedad
privada sobre los medios para producir la riqueza, por medio de frases como
“los que han gobernado hasta ahora a la Humanidad se han guiado por el
principio ético de todo para nosotros y nada para los demás”, es puro
idealismo. Se quiere dar a entender que se puede seguir manteniendo el modo
de producción capitalista, donde rige el principio de la explotación del
hombre por el hombre, y, sin embargo, tener unos gobernantes que eviten que
los pocos tengan mucha riqueza y los muchos poca. Pero es un engaño, un
engaño que dura más de doscientos años. Y Amartya Sen, con esa apariencia de
neutralidad y de bonachón que tiene, es el continuador de ese engaño. (está bien, el tipo señala que la desigualdad en la posesión de medios de producción genera desigualdades en la distribucion personal del ingreso. creo que Sen no negaría eso. Pero el tipo mezcla, porque en otras partes se refiere a la desigualdad en la distribución funcional del ingreso. La clave de la cuestión, me parece, está mas en la distribución personal que en la funcional)

Deseo y dinero

En el discurso de apertura del lanzamiento del nuevo informe La
infraestructura al servicio de los pobres elaborado por el PNUD y el
gobierno de Japón, Amartya Sen se lució con estas palabras: “Una perspectiva
de la pobreza exclusivamente centrada en los ingresos pasa inevitablemente
por alto muchos aspectos importantes de la causalidad de la pobreza. La
pobreza puede considerarse la privación de la verdadera libertad de la
persona para vivir de la forma en que con toda razón desea vivir”. Es
inadmisible que Amartya Sen se permita estos idealismos con lo dura y
terrible que es la realidad para miles de millones de personas. Nos habla de
que cada persona con toda razón desea vivir de una determinada forma. Y
llama pobre a quien se le prive de esa libertad. De manera que hasta una
persona millonaria que no pueda vivir como desea o no pueda vivir
enteramente como desea, sería pobre. Puesto que puede haber una persona que tenga mucho dinero pero no  el suficiente para ser propietario de una isla,
que es su deseo. Y como no vive como desea, es pobre. (no creo que Sen se refiera a eso. Obviamente aquí sanchez saca de contexto el pensamiento de Sen. Si Sen efectivamente plantea esto, es un pelotudo. Pero no creo que plantee eso como punto central de su teoría.)
El poder social fundamental en el mundo de hoy es el dinero. Esto es una
verdad que Amartya Sen en calidad de economista debería saber muy bien. Todo el mundo lo sabe; y si él lo ignora o hace como si no lo supiera, sus
razones de clase tendrá. La única manera en que los seres humanos puedan
vivir como desean,  es teniendo el dinero necesario para vivir como desean.
Pero si los pobres no tienen dinero o tienen muy poco, no podrán vivir como
desean. Mientras que los ricos al tener  mucho dinero, más incluso del que
necesitan, podrán vivir como desean o se podrán aproximar a vivir como
desean. Así que hablar del modo en que se desea vivir sin hablar del medio
que hace realidad los deseos, esto es, la cantidad de dinero que se posee,
es un engaño. (contraejemplo: cuba. No creo que los cubanos tengan muchos ingresos. Seguramente un ranking de pobreza basado en el dinero que tengan los individuos, como plantea Sanchez, ponga a Cuba como un país donde los habitantes son muy pobres. Sin embargo es obvio que tienen acceso a salud de buen nivel, buena educación, y otros servicios sociales mas, pese a sus bajos ingresos. la idea que plantea Sen está bien, dice que no se debe tener en consideración solamente el dinero, sino también otras cosas. Sanchez lo critica por eso. Si Sen dijera que lo que importa es medir por el dinero, Sanchez lo criticaría a Sen por pensar "en terminos burgueses", "alienado por la adoración al metalico",´o acusado de "mercantilizar la dignidad", por decir algo en momentos de escasa creatividad.)

Hacer extenso los conceptos para borrar las diferencias de clase

En su trabajo Las distintas caras de la pobreza, publicado en El País el 30
de agosto del 2000, Amartya Sen se expresa en los siguientes términos:
“Aquellos a quienes les gusta el camino recto tienden a resistirse a ampliar
la definición de pobreza. ¿Por qué no mirar simplemente los ingresos y
plantear preguntas como “cuántas personas viven con menos, digamos, de uno o
dos dólares diarios”? Este análisis restringido toma entonces la forma
sencilla de predecir tendencias y contar a los pobres. Pero las vidas
humanas se pueden empobrecer de muchas maneras. Los ciudadanos sin libertad
política –ya sean ricos o pobres- están privados de un componente básico del
buen vivir. Lo mismo se puede decir de las privaciones sociales como el
analfabetismo, la falta de sanidad, la atención desigual a los intereses de
las mujeres y las niñas, etcétera”.
¡Que forma de confundir y engañar! Si yo elaboro el concepto de mesa y
después el concepto de silla, podremos distinguir la mesa de la silla. Pero
si yo elaboro el concepto de mueble, por medio de dicho concepto no se puede diferenciar la silla de la mesa, puesto que el concepto de mueble supone
hacer abstracción de los rasgos que diferencian las sillas de las mesas. Del
mismo modo procede Amartya Sen: primero, determina la privación como el
contenido principal del concepto de pobreza, y segundo, declara que un rico
en un régimen autoritario al estar privado de libertad política es también
un pobre. (está bien, el concepto al ser amplio pierde agudeza. pero está bueno reconocer el fenomeno multifacetico que puede adoptar el tema de la pobreza. recordemos el ejemplo de cuba. igualmente seguramente resulta que las "privaciones" están correlacionadas entre sí, así que no se porqué se sobresalta tanto Sanchez. En todo caso en los analisis concretos, se terminará dando mas importancia a aquellos mas pobres, ya que no solo serán pobres por carecer de dinero, sino también por carecer de educación, activos, salud, etc. Viendolo desde esta perspectiva, no se borran las diferencias de clase (como le gusta señalar a Sanchez), sino que se acentúan mas!!)
Amartya Sen habla como si la política no tuviera nada que ver con la
economía, como si no hubiera un estrecho parentesco entre los intereses
económicos de la clase dominante y la superestructura política. Nos quiere
hacer creer que un rico de un sistema capitalista bajo un régimen fascista
es pobre porque carece de libertad política. Cuando justamente gracias a ese
régimen fascista el capitalista tiene la manos más libres para explotar a
los trabajadores mucho más aún que  en un régimen democrático. (no creo que Sen quiera referirse a eso. Pero aún si lo quisera hacer, resulta obvio que un capitalista tendrá mas privaciones bajo un sistema fascista que bajo un sistema democratico, "ceteris paribus" la capacidad para explotar a sus trabajadores... cuac, chan.)

Por otra parte, nos quiere hacer creer que en la democracia capitalista el poder del Estado es ajeno al mayor de los poderes sociales: el dinero. Para ejercer la
libertad política, muy especialmente en EEUU, hay que tener dinero. Así que
es un engaño poner el nivel de ingreso como algo distinto del poder
político.  El poder político de una persona es directamente proporcional a
su poder económico. Así que en política los pobres siguen siendo pobres y
los ricos siguen siendo ricos. (si, de acuerdo. pero no veo que relación tiene con respecto a considerar a la pobreza como algo mas que la ausencia de ingresos suficientes. Sen no se propuso hablar de lo que vos te interesa hablar, francisco!!)
Amartya Sen habla del nivel de ingreso como algo distinto de la atención
sanitaria, de la educación y de la cultura. Cuando lo cierto es que las
personas que tienen mucho dinero pueden pagar el colegio de sus hijos, 
comprar los servicios sanitarios que necesiten, y viajar, conocer a otros
pueblos y visitar museos. Mientras que las personas que tienen un bajo nivel
de ingreso, se ven en muchas dificultadas para darles una oportunidad de
estudio a sus hijos y atenderlos sanitariamente como necesitan. Y  viajar,
conocer otros pueblos y visitar museos en el extranjero, a todo esto tienen
que renunciar. Así que es un engaño plantear que la pobreza en el ámbito de
los ingresos es distinto a la pobreza en el ámbito educativo, sanitario y
cultural. Así que no otra cosa pretende Amartya Sen al hacer tan extenso el
concepto de pobreza: borrar las abismales diferencias que hay entre los
capitalistas y los trabajadores. (bueno, aquí francisco me das la razón. Como están correlacionadas estas variables, evidentemente el concepto de Sen acentúa mas las diferencias. Si querés acusalo de que el concepto está sobreespecificado, pero no le digas que con la sobreespecificación se borran las diferencias entre personas de ingresos altos y de ingresos bajos. Al contrario: se acentúan. Por otro lado, de nuevo ese problema de identificar pobres con trabajadores...)

La privación como esencia principal en el concepto de pobreza

Un concepto podemos entenderlo como una caja vacía donde por fuera ponemos
un nombre y dentro diversos contenidos. Según parece la gran aportación de
Amartya Sen al concepto de pobreza está en haberle proporcionado “un nuevo y
trascendental contenido”, el de privación. Se trata de no darle prioridad al
contenido de nivel de ingreso, sino al de privación. Y dentro de las
privaciones la mente aguda de Sen destaca estar privado de libertad
política, de educación y de asistencia sanitaria. Qué curioso que al
enumerar las privaciones como contenido esencial del concepto de pobreza,
Amartya Sen no enumere el esencial: estar privado de los medios para
producir  riqueza.  Qué curioso que hable de la pobreza sin mencionar  para
nada la propiedad. Yo creo que Amartya Sen es un burgués de tomo y lomo que
habla de los pobres para defender el estatus de los ricos, que habla de los
pobres sin cuestionar de raíz el estilo de vida de los ricos. (seguramente es un burgués de tomo y lomo, que habla de los pobres desde una perspectiva burguesa, pero no necesariamente lo hace con la intencionalidad de defender el estatus de los ricos. ahí ya es hacer conjeturas acerca de los motivos que mueven a Sen. Respecto de la privación de medios de producción, me parece un aporte interesante, aunque no se si Sen en algún lado no lo trata: existen muchos estudios sobre las tenencias de tierra, la cantidad de tierra, etc. y su relación con la pobreza. no creo que Sen halla pasado por alto esto en todos sus trabajos. En alguno supongo que lo debe haber tratado, al menos un poquito. Finalmente, una pregunta: ¿que es lo que molesta, la distribución funcional o la distribución personal que se deriva de una cierta distribución de capital entre la población? en momentos sanchez señala la privación de medios de producción, en otros momentos señala la explotación... ¿es una la causa de pobreza? ¿son las dos? Está claro que sanchez diría que la privación de medios de producción obliga al trabajador a dejarse explotar. entonces que no hable tanto de la explotación y el salario minimo! que hable de la posesión de riqueza y listo! está claro que lo que molesta no es la distribución funcional, sino la distribución personal derivada de cierta distribución de capital)

¿La pobreza es una cosa extraña?

A partir de aquí todas las citas de Amartya Sen están contenidas en su
trabajo Sobre Conceptos y medidas de Pobreza, accesible en la red a través
de EMVI. Escuchemos a Amartya Sen: “En su lecho de muerte, en Calcuta,
J.B.S. Haldane escribió un poema llamado El cáncer es una cosa extraña. La
pobreza no es menos extraña. Considérese la siguiente visión sobre ella:”.
Dicha visión es la de M. Rein, quien plantea que el problema de la pobreza
no está tanto en los propios pobres como en la sociedad que lo sufre.
Afirmar que la pobreza es una cosa extraña en virtud de una concepción
reaccionaria de la misma, como la de M. Rein,  sólo puede significar que
Amartya Sen cede ante los reaccionarios.  De todos modos el economista indio
debió precisar más su concepción de que la pobreza es una cosa extraña. Una
de las labores básicas de los filósofos es someter a crítica los conceptos
circulantes y no tomarlos tal y como los emplea la sociedad.
Yo creo que la pobreza no tiene nada de extraña,  todo lo contrario: es
habitual, regular, casi cotidiana. Tampoco son extrañas las causas que la
producen: carecer de trabajo, la sobreexplotación, el enriquecimiento de
unos pocos, la propiedad privada sobre los medios de producción, las
desgracias naturales, etcétera.(he aquí otra sobreespecificación de modelo. con el mismo criterio, se podría acusar a Sanchez que atribuirle la pobreza a muchas cosas soslaya la importancia que tiene la propiedad privada de los medios de producción. usando su logica, señalar la falta de trabajo como fuente de pobreza podría interpretarse como una especie de reformismo al estilo keynesiano, o el asistencialismo social, etc., soluciones que intuyo a Sanchez no le gustarían: según el la clave está en la propiedad privada.)

Así que ni bajo el punto de vista de su historia ni de sus causas la pobreza es una cosa extraña. Mantener lo contrario es ceder ante el pensamiento reaccionario. (linda dicotomía: o pensas como yo, o sos reaccionario. Yo, casualmente, tambíen pienso que la pobreza no es una cosa extraña....pero no me gusta que me nieguen la posibilidad de disentir, so pena de ser llamado reaccionario)

Los pobres y el dolor causado a la sociedad

Amartya Sen da la palabra a M. Rein: “A las personas no se les debe permitir
llegar a ser tan pobres como para ofender o causar dolor a la sociedad. No
es tanto la miseria o los sufrimientos de los pobres sino la incomodidad y
el costo para la comunidad lo que resulta crucial para esta concepción de la
pobreza. La pobreza es un problema en la medida en que los bajos ingresos
crean problemas para quienes no son pobres”. (no se ni quien es Rein, pero la frase, tal cual está redactada, me parece apropiada: la pobreza ES UN PROBLEMA (para el sistema) en la medida... ...en que crea problemas para quienes no son pobres (para quienes se benefician con este sistema). La frase no me parece descabellada, en el sentido en que define la pobreza y señala cuando esta pasa a constituir un problema para el sistema.)

La única critica que le formula Amartya Sen a M. Rein es la siguiente: “Es difícil reducir más a los seres humanos a la categoría de medios”. No deja de ser una crítica débil, cauta, nada arriesgada. M. Rein es un reaccionario y un vocero del sector más inhumano  de la clase explotadora. El solo hecho de darle cabida en su discurso, nos da una idea de la verdadera catadura moral de Sen. Bueno sería preguntarse por qué Amartya Sen en vez de prestar atención al reaccionario de Rein  no le presta atención al revolucionario de Proudhon (creo que ni Marx le prestaba mucha atencion a proudhon). La respuesta es sencilla: Sen está más cómodo cerca de los reaccionarios que de los revolucionarios. (posiblemente. no creo que nadie espere de Sen (o Stiglitz por nombrar algún otro de moda) comentarios revolucionarios.)
Así se ve con claridad  a qué clase social sirve con su pensamiento. Después se verán con más detalles los límites de la concepción reaccionaria de Rein.

La visión de clase

Hablar en términos de clases es muy distinto que hablar en términos de
ciudadanos o de seres humanos. La representación que nos hacemos del mundo
es distinta. En la concepción de Amartya Sen los pobres están en un lado y
los no pobres en otro lado, y la relación que existe entre ellos es
puramente externa.  Y lo que busca Amartya Sen es que los ricos se apiaden
de los pobres y permita que el Estado los socorra. Y para ello les hace
creer que hasta los ricos que carecen de libertades políticas o los ricos
con pocos estudios también son pobres.(no creo que pretenda eso) Mientras que con la visión de clase las cosas cambian notablemente. La sociedad se divide en dos clases bien diferenciadas: los que son propietarios de los medios de producción y los que no lo son. Y dentro de los que no son los propietarios están los que trabajan y los que están en el paro. Y dentro de los que están en el paro están los pobres. Así que los pobres forman parte de la clase trabajadora. (si no trabajan no son trabajadores! de que explotación habla sanchez si esta gente no participa del proceso productivo!!!!)
De manera que cuando se mide el grado de explotación de la clase trabajadora, debe incluirse a los pobres. (mas allá del comentario mio anterior respecto a que los pobres no son trabajadores y no debieran incluirse como trabajadores, creo que la existencia de los pobres como ejercito industrial de reserva ya estaría captado por la reducción del salario que genera dicho ejercito. Si se los incluyera (pese que no son trabajadores y no participan del proceso productivo) no solo se estaría cometiendo el error per se de incluirlos, sino que tambien se estaría sobreespecificando, debido a que el efecto de dichos desempleados estaría, teoricamente, captado por la menor tasa salarial. Sea como fuere, se debe volver a aclarar que en muchisimos de los paises subdesarrollados, los trabajadores pobres no son asalariados)

Requisitos de un concepto de pobreza

Escuchemos a Amartya Sen: “El primer requisito para conceptuar la pobreza es
tener un criterio que permita definir quién debe estar en el centro de
nuestro interés. Especificar algunas “normas de consumo” o una “línea de
pobreza” puede abrir parte de la tarea: los pobres son aquellos cuyos
niveles de consumo caen por debajo de estas normas, o cuyos ingresos están
por debajo de esa línea. Pero esto lleva a otra pregunta: ¿El concepto de
pobreza debe relacionarse con los intereses de: 1) sólo los pobres: 2) sólo
los que no son pobres, o 3) tanto unos como otros?”
No ve usted, atento lector, cómo Amartya Sen al formular esta segunda
pregunta cae en el juego del pensamiento reaccionario de M. Rein, hasta el
punto, cómo tendrá oportunidad de ver después, de darle en parte  la razón.
¿No es evidente que es el colmo del pensamiento escolástico y formal
transformar en un problema la pregunta  sobre quién debe recaer el concepto
de pobre? ¿No es un exceso de formalismo y superficialidad atreverse a
preguntar si el concepto de pobre debería abarcar a los no pobres o tanto a
los pobres como a los ricos? Yo creo que sí. Amartya Sen es odiosamente
formalista en algo tan grave y tan duro.
Amartya Sen descarta sin más la opción 2), la que afirma que el concepto de
pobreza debe alcanzar a los no pobres.  No obstante, simpatiza un poco con
la opción 3), aquella que dice que el concepto de pobreza debe alcanzar
tanto a los pobres como a los ricos, hasta el punto de que llega a afirmar:
“Sin duda, la penuria de los pobres afecta al bienestar de los ricos. La
verdadera pregunta es si estas consecuencias se deberían incorporar como
tales en el concepto de pobreza, o figurar como posibles efectos de la
pobreza”. Aquí Amartya Sen muestra a todas luces que bajo su piel de cordero
hay un lobo capitalista. Lo cierto es que la desmesurada riqueza es causa de
la extrema pobreza, de manera que en este sentido en el concepto de pobreza
si debemos incluir a los ricos. Los ricos son ricos gracias a que los pobres
son pobres, gracias a que los primeros se apropian del trabajo de los
segundos (juego suma cero? y el crecimiento donde está?. Otro motivo de falacia: creer que los opuestos son causantes. Esta claro que el feo es feo porque existe alguien que es lindo. El feo lo es por contraste, no por esencia. Los mismo el pobre: es pobre porque existe alguien que no es pobre por comparación. Allí esta el elemento relativo del concepto pobreza, el aspecto de privación relativa en terminos de Sen. Volviendo al ejemplo del feo y el lindo, está claro que no hay feo sin lindo. Sin embargo nadie argumentaría que el lindo causa la fealdad.). Pero Amartya Sen ha invertido la relación de causa y efecto que hay en los hechos: presenta a los pobres causando efectos en el bienestar de los ricos, mermando el bienestar de los ricos. Y esto  lo convierte  en un lobo capitalista. (por favor! asumo que seguramente la frase acerca de que la pobreza afecta al bienestar de los ricos es solo una frase en una inmensidad de bilbiografía de Sen que trata sobre otras cosas. de no ser así, estaría de acuerdo con sanchez, pero no creo que la cita le haga honor a la obra de sen)

La tasa de incidencia

A pesar de que descarta la primera opción y coquetea con la tercera, Amartya
Sen termina afirmando que “el foco del concepto de pobreza tiene que ser el
bienestar de los pobres como tales, sin importar los factores que lo
afectan”. (ok, entonces que elimine la critica anterior de "lobo capitalista")

Después de esta “gran conclusión” Amartya Sen dice lo siguiente:
“La pobreza se expresa como la relación entre el número de pobres y la
población total de la comunidad. Esta tasa de incidencia (H) tiene por lo
menos dos serias limitaciones. En primer lugar, no da cuenta de la magnitud
de la brecha de los ingresos de los pobres con respecto a la línea de
pobreza. En segundo lugar, es insensible a la distribución del ingreso entre
los pobres”. No niego la importancia económica que tiene estas dos
limitaciones, pero no deja de ser sospechoso que no hable de la brecha que
hay de los ricos respecto de la línea de pobreza y de la diferencia de
ingresos entre los no pobres. Así la visión sería enteramente global.
(sanchez, ahí estas hablando de desigualdad, no de pobreza. son dos cosas distintas: una cosa es no tener para comer, y otra cosa es que un tipo tenga un plasma en su casa y yo solamente uno de 29 pulgadas!)

El enfoque biológico

Escuchemos a Amartya Sen: “En su famoso estudio de principios de siglo sobre
la pobreza en York, Seebonm Rowntree definió las familias en situación de
pobreza primaria como aquellas cuyos ingresos totales resultan insuficientes
para cubrir las necesidades básicas relacionadas con el mantenimiento de la
simple eficiencia física”. A esta concepción Amartya Sen le plantea tres
objeciones: una, en virtud de las diferencias climáticas y hábitos de
trabajo los requerimientos nutricionales básicos son difíciles de establecer
con precisión, dos, la conversión de los requerimientos nutricionales
mínimos en requerimientos mínimos de alimentos tan bien es difícil de
precisar, puesto que dependen de los hábitos de consumo de las personas, y
tres, resulta difícil definir los requerimientos mínimos para los rubros no
alimentarios. Así que Amartya Sen concluye: “En vista de estos problemas,
bien se puede coincidir con Martín Rein, cuando afirma que casi todos los
procedimientos utilizados en la definición de la pobreza como nivel de
subsistencia se pueden cuestionar razonablemente”.
Yo creo que estos problemas no se dan cuando se estudian los requerimientos
nutricionales de los animales que hay en un zoológico. No creo que se deba
buscar una estricta precisión matemática y que los pobres merecerían un
trato más humano que la que se les confiere a los animales. Amartya Sen
suele hablar mucho de la libertad en relación con la pobreza; pues bien, que
se le de la libertad a los pobres para que ellos digan cuáles y cuántos son
los medios de subsistencia que necesitan para vivir con dignidad.  Seguro
que si a una persona con mucho dinero le preguntáramos con cuánto dinero
debería vivir   su hijo para llevar una vida digna, esa cuantía sería
muchísima más grande que si se lo preguntáramos a un pobre. Así que no hay
nada de difícil en la precisión de los requerimientos nutricionales básicos
como tampoco lo hay en los alimentos en que habría que convertir esos
requerimientos. No es un problema de precisión, es un problema de intereses.
(es un problema de operatividad! es obvio que si le preguntas a cualquiera cuanto necesita, siempre te va a decir mas de lo que verdaderamente le es basico e indispensable. el tema es que aquí no se plantea tener una vida digna, sino tener una vida minimamente digna. se apunta a lo minimo, lo minimo de lo digno o lo maximo de lo indigno. está claro el ejemplo que dá, respecto a que las necesidades minimas son relativas a un contexto social-economico, etc., y que opera cierta histeresis en el consumo. pero vuelvo a lo mismo: el planteo es ver cual es el minimo indispensable para que no se muera de hambre ni de frío (es decir, Canasta Basica No alimentaria).

El enfoque de la desigualdad

Después de que Millar y Roby afirmaran que “enunciar los problemas de la
pobreza en términos de estratificación supone concebir la primera como un
problema de desigualdad”, Amartya Sen hace la siguiente valoración: “Es
claro que hay mucho que decir a favor de este enfoque. No obstante, cabe
argüir que la desigualdad es fundamentalmente un problema distinto de la
pobreza. Analizar la pobreza como un problema de desigualdad o viceversa no
le haría justicia a ninguno de los dos conceptos. Obviamente, la desigualdad
y la pobreza están relacionadas. Pero ninguno de los conceptos subsume al
otro”. Es obvio que Amartya Sen no cesa de pensar de forma escolástica, con
los rudimentos de la lógica formal, quedando muy lejos del materialismo
histórico y dialéctico.
Escuchemos a Aristóteles en tres ocasiones en su obra La Política. Primero
en el capítulo VI, titulado Idea general de la República, donde dice: “Tres
elementos se disputan en el Estado la igualdad: la libertad, la riqueza y el
mérito”. Escuchémoslo por segunda vez en el capítulo IV titulado Examen de
la constitución propuesta por Fáleas de Calcedonia: “Para muchos el punto
capital parece ser la organización de la propiedad, origen único, a su
parecer, de las revoluciones. Fáleas de Calcedonia es el que, guiado por
este pensamiento, ha sido el primero que ha sentado el principio de que la
igualdad de fortuna entre los ciudadanos era indispensable”.   Y tercero, en
este mismo capítulo, dice esto otro: “Ya he dicho que Platón, en el tratado
de las leyes, permitía la acumulación de la riqueza hasta cierto límite, 
que no podía pasar en ningún caso del quíntuplo de un minimun determinado”.
Resulta asombroso que Fáleas de Calcedonia y Platón, dos esclavistas, tengan
un pensamiento más revolucionario que el de Amartya Sen. Esto nos da una
idea de hasta que punto se han vuelto conservadores e incluso reaccionarios
los representantes teóricos de la burguesía actual. También nos da una idea
de lo formal y poco profundo que es el pensamiento filosófico moderno, en
especial el empirismo y el positivismo, al que está fuertemente abrazado
Amartya Sen.
Las grandes diferencias económicas entre los hombres generan luchas
sociales. Que estas luchas sociales se transformen en revoluciones dependen
de más aspectos que sólo las diferencias económicas. De todos modos, es
sabio el pensamiento de Fáleas de Calcedonia cuando afirma que la igualdad
de fortuna evitaría las revoluciones o luchas sociales. También es sabio el
pensamiento de Platón cuando plantea que para evitar las grandes diferencias
económicas entre los hombres hay que establecer un tope máximo de riqueza. E igualmente es sabio el pensamiento de Aristóteles cuando afirma que la
riqueza es uno de los tres aspectos que se disputan la igualdad en el
Estado. Afirmar, como hacer Amartya Sen, que la desigualdad es un problema
fundamentalmente distinto de la pobreza es un puro formalismo, hacerle el
juego a la burguesía y situarse más atrás que los grandes filósofos de la
época de la Grecia clásica.
La revolución burguesa y con ella el Estado de derecho estableció la
igualdad política entre los hombres. Todos los hombres son iguales ante la
ley independientemente de su fortuna, sexo y creencia religiosa. Es una
igualdad que se basa en la abstracción  de las diferencias de riqueza. Esa
es su grandeza y esa es su limitación. Es grande si comparamos la revolución
burguesa con la sociedad feudal, pero su limitación se muestra en su
comparación con el socialismo, una sociedad donde no sólo se pretende que
los hombres sean políticamente iguales, sino también económicamente iguales.
No hablo ni planteo la igualdad absoluta, pero si una igualdad relativa. Es
lógico y razonable que una persona en función de su trabajo gane cinco veces
más que el trabajador que vive del salario base, ahí nos mantenemos dentro
de los parámetros de la igualdad relativa, lo que no es lógico es que gane
cincuenta, cien y mil veces más.

(flaco, sacate las anteojeras: no es lo mismo la alta desigualdad que puede existir en un país no-pobre como los paises de ingresos medios de latinoamerica, donde la pobreza alcanza niveles relativamente bajos, que la baja desigualdad que existe en los paises pobres donde la gente se muere literalmente de hambre. Llenate la boca hablando en terminos relativos y suponiendo relaciones de producción asalariadas... pero queda claro que, si bien existen relacioens entre desigualdad y pobreza, son dos fenomenos distintos.

Privación relativa

Escuchemos a Amartya Sen: “El concepto de privación relativa se ha utilizado
con buen fruto para analizar la pobreza, sobre todo en la literatura
sociológica. Ser pobre tiene mucho que ver con tener privaciones y es
natural que, para un animal social, el concepto de privación sea relativo.
Si embargo, en el término privación relativa están contenidas, al parecer,
nociones distintivas y diversas. (bueno, introduciendo el concepto de privación relativa se esfuma el hecho que sanchez señalaba mas arriba, de que un multimillonario en una dictadura es pobre (si asumimos que el multimillonario no  es el dictador!). Claramente es mas pobre que un multimillonario en una democracia. Sin embargo, dada la definicion de privación relativa, el multimillonario bajo dictadura no sería pobre, ya que sus conciudadanos de ingresos bajos también están bajo la misma dictadura... y los efectos absolutos de la dictadura se compensan, quedando como efecto (ahora si relativo), unicamente las diferencias de ingresos, educación, sanidad, etc.)
Una distinción tiene que ver con el contraste entre sentimientos de
privación y condiciones de privación. Peter Townsend ha sostenido que la
última sería una mejor acepción. Hay mucho que decir a favor de un conjunto
de condiciones concretas que permitieran usar el término privación relativa
en un sentido objetivo para describir situaciones en las cuales las personas
poseen cierto atributo deseable, menos que otras, sea ingreso, buenas
condiciones de empleo o poder.
Por otra parte, la elección de las condiciones de privación no puede ser
independiente de los sentimientos de privación. Los bienes materiales no se
pueden evaluar, en este contexto, sin una referencia a la visión que la
gente tiene de ellos; incluso si los sentimientos no se incorporan de manera
explícita deben desempeñar un papel implícito en la selección de los
atributos.
Estos diferentes aspectos relacionados con la idea general de privación
relativa influyen de modo considerable en el análisis social de la pobreza.
Sin embargo, vale la pena señalar que tal enfoque no puede ser, en realidad,
la única base del concepto de pobreza. Una hambruna, por ejemplo, se
considerará de inmediato como un caso de pobreza aguda, sin importar cuál
sea el patrón relativo dentro de la sociedad. Por lo tanto, el enfoque de
privación relativa s complementario, y no sustitutivo, del análisis de la
pobreza en términos de desposesión absoluta”.
Enumeremos las genialidades aportadas por Sen en la elaboración del concepto
de privación.  Una, el concepto de privación ha dado muchos frutos en
sociología, dos, para un animal social el concepto de privación tiene que
ser relativo, tres, en el concepto de privación hay dos aspectos que
distinguir: condiciones de privación y sentimientos de privación. Cuatro, el
término de privación relativa puede ser usado para describir que las
personas poseen ciertos atributos, como ingreso, empleo o poder. Quinto, la
elección de las condiciones de privación no puede ser independiente de los
sentimientos de privación. Y sexto, el enfoque de la privación relativa es
complementario del enfoque de la desposesión absoluta.
Es obvio que este pensamiento es extremadamente formal, exageradamente vago,
no ahonda para nada en el análisis de la pobreza; y las distinciones que
establece para el concepto de privación son muy banales. ¿Qué sabemos de
nuevo acerca de la pobreza con esta aportación de Amartya Sen? Nada. Es más,
es una forma de distraer a los intelectuales, engatusarlos con palabras
generales,  rehuyendo lo concreto. La economía, incluso cargándola de ética,
trata de la riqueza. Y si trata de la riqueza, trata de los medios para
producir la riqueza. Y si trata de los medios para producir la riqueza, debe
tratar de la propiedad sobre dichos medios. ¿Por qué afirmo que el
pensamiento de Amartya Sen es extremadamente formal? Porque hablando de
privación no habla de la principal privación que habría que hablar en
economía: la privación de medios para producir  riqueza. Escamotear esta
cuestión fundamental y decisiva, esquivarla continua y regularmente, es una
manifestación de que Amartya Sen sirve a los intereses de los capitalistas. (ok, señala algo interesante, que ya señaló antes. y señala que Sen habla mucho y no dice nada, cosa que estaríamos de acuerdo.)

El concepto de pobreza como fruto de una convención

Escuchemos a Amartya Sen: “Como ha dicho Eric Hobsbawm, la pobreza se define
siempre de acuerdo con las convenciones de la sociedad donde ella se
presente. Hace más de doscientos años Adam Smith expuso el punto con gran
claridad: “Por mercancías necesarias  entiendo no sólo las indispensables
para el sustento de la vida, sino todas aquellas cuya carencia es, según las
costumbres de un país, algo indecoroso entre las personas de buena
reputación, aún entre las de clase inferior”. En el mismo espíritu, Karl
Marx sostenía que si bien es cierto que hay un elemento histórico y moral en
el concepto de la subsistencia, aún así, en un país determinado y en un
periodo determinado, está dado el monto promedio de los medios de
subsistencia necesarios. Es posible que Smith y Marx hayan sobrestimado el
grado de uniformidad de opiniones en una comunidad en torno al contenido de
la subsistencia o la pobreza. Acaso la descripción de necesidades diste
mucho de ser ambigua. Pero la ambigüedad de una descripción no la convierte
en un acto descriptivo sino sólo en uno de descripción ambigua”.
Vuelve aquí a repetirse el exacerbado formalismo de Amartya Sen. Cree que 
el nivel de subsistencia alcanzado por los trabajadores, el salario mínimo, 
es fruto de una convención o de un acto descriptivo llevado a cabo por un
despierto intelectual, cuando en realidad es fruto de luchas históricas. E
incluso tiene la desfachatez de catalogar de ambiguo el nivel mínimo de
subsistencia, esto es, el salario mínimo. Amartya Sen es descaradamente
burgués por todos los costados.

(basta flaco, no creo que Sen, hablando de la India y de los campesinos que no están sujetos a relaciones asalariadas ni a regulaciones sindicales se refiera a un salario minimo. Esa es tu concepción acotada desde un marxismo europeo que no toca ni de oído la realidad en otros lados, y que se hace pis cuando le llegan los malones de trabajadores marroquies y argelinos. Por otro lado, el tema de la convención o la lucha. Si lo que se pretende es obtener un parametro para medir y separar conceptualmente a los pobres de los no-pobres, entonces es OBVIO que dicho parametro surge de valoraciones subjetivas, de alguna convención social o de algún intelectual despierto, siempre teniendo un ojo en cuestiones morales y sociales que se corresponden a un lugar espacial y temporal. Pero son convenciones. Ejemplo: "acordamos en denominar pobre al que tiene menos de un dolar diario". El lenguaje son convenciones, y el termino pobreza, entonces, también es una convención del lenguaje. Volviendo al tema de convencion o lucha. Si no fuera una convención, si asumimos que el nivel para definir a los pobres de los no-pobres está dado por el nivel logrado por los trabajadores, cae de maduro que si han logrado ese nivel (y todos lo han logrado), entoces no hay pobres. Es decir, si los trabajadores logran un salario minimo de 100 pesos, producto de luchas historicas (o resignaciones historicas), y todos logran ese salario minimo, y a su vez definimos el nivel de subsistencia como el nivel de salario minimo, está claro que no hay pobres de acuerdo con esta definicion, aunque es posible que dicho salario minimo no alcance para nada (como puede ser el "logro" de obtener un plan jefes en Argentina del 2002, que no alcanza ni para una pizzeta). ES OBVIO que si vamos a definir un parametro de marcación entre pobres y no-pobres, este debe ser trazado de acuerdo a valoraciones (subjetivas como todas) respecto de cual es el minimo indispensable para vivir (o cual es la canasta basica y el vector de precios apropiado). No importa cual es el salario minimo, ya que entonces estaríamos sujetando el nivel de subsistencia al poder de lucha de los trabajadores: y si los trabajadores no tuvieran poder? de ser así, el nivel de subsistencia sería mas bajo de lo que realmente es (acorde a posturas subjetivas).

El planteamiento de Marx en torno al nivel de subsistencia o valor de la
fuerza de trabajo

Escuchemos a Marx en El Capital, en la sección Compra y venta de la fuerza
de trabajo: “Si el propietario de la fuerza de trabajo ha trabajado hoy,
tiene que poder repetir mañana el mismo proceso en las mismas condiciones de
fuerza y salud. Así, pues, la suma de medios de subsistencia tiene que ser
suficiente para mantener al individuo trabajador como individuo trabajador
en su estado normal de vida. Las necesidades naturales, como la
alimentación, el vestido, la calefacción, la vivienda, etcétera, varían
según el clima y otras condiciones naturales de cada país. Por otro lado, el
volumen de las llamadas necesidades naturales, así como el modo de
satisfacerlas, son un producto histórico y, por lo tanto, depende en su
mayor parte del nivel cultural de un país, y entre otras cosas, también y
esencialmente, de las condiciones, los hábitos y las exigencias con que se
haya formado la clase de los obreros libres. En contraste con las otras
mercancías, la determinación del valor de la fuerza de trabajo contiene,
pues, un elemento histórico y moral. Sin embargo, en un país y en un periodo
determinado  viene dado el promedio de los medios de subsistencia
necesarios”.
Enumeremos las ideas principales de Marx. Una: el volumen de las necesidades
naturales y su modo de satisfacerla son un producto histórico y no el
resultado de una convención. Dos: el volumen de las necesidades naturales
depende del nivel cultural de cada país y de los hábitos, condiciones y
exigencias con que se haya formado la clase de los obreros libres. Tres: la
determinación del valor de la fuerza de trabajo, a diferencia del resto de
las mercancías, contiene un elemento histórico y moral. Y cuatro: en un país
y en un periodo determinado viene dado el promedio de los medios de
subsistencia necesarios. Y esta cuarta determinación no tiene nada de
ambigua: lo expresa el salario base. Y el salario base es un fruto
histórico, un fruto de la lucha de la clase obrera, un fruto de sus
exigencias. También es un fruto de la resistencia y de la lucha de la clase
capitalista. Todo menos una convención o un acto de descripción intelectual.
(según esta postura, como en todo momento el salario resulta de las lucha obrera, y como el salario resultante de la lucha obrera es el salario base, y como el salario base define el nivel de subsistencia, se deriva logicamente que la lucha obrera define el nivel de subsistencia. Me pregunto entonces: si en la lucha los obreros pierden, ¿estaría bien reducir el nivel de subsistencia al salario base logrado en la lucha que perdieron los obreros? Es OBVIO que no.

Sanchez distorsiona algo que surge de las frases de mas arriba. El hecho de que el nivel de subistencia sea un hecho historico, en el sentido de que se corresponde a un momento y un lugar determinado del tiempo, y que ese momento historico se construye por los sucesivos hechos del pasado, solo implica que el nivel a fijar la "linea" de pobreza estará influenciado por dicho contexto historico. Nada mas que eso. Implica que el nivel a fijar, por "convención", no puede escindirse del contexto. Por otro lado, vuelve a pensar todo en terminos de relaciones laborales asalariadas, mostrando su estrechez.
Los pobres y la libertad

Alejandro Schtulmann, autor de un comentario sobre el libro de Amartya Sen
titulado Desarrollo y libertad, dice lo siguiente: “Sen da comienzo a su
libro exponiendo que a pesar de los incrementos sin precedente en riqueza
global, el mundo contemporáneo niega las libertades más básicas a un gran
número –si no es que la mayoría- de sus habitantes. En algunos casos, señala
el autor, la falta de estas libertades puede ser directamente relacionada
con la pobreza económica, que priva a la gente de la libertad para
satisfacer el hambre, lograr un nivel adecuado de nutrición, obtener las
medicinas y los medios necesarios para tratar enfermedades, o la oportunidad
de disfrutar agua o instalaciones sanitarias”.
Amartya Sen pone aquí en práctica algunos trucos conceptuales que bien
merecen ser puestos al descubierto. Cuando Sen se pregunta ¿quién es el que
niega a la mayoría de los habitantes del mundo sus libertades básicas?
Responde de un modo extremadamente genérico y escurridizo: el mundo
contemporáneo.  Es tan cobarde o tan burgués que es incapaz de nombrar de
forma concreta a los responsables de la falta de libertades básicas en el
mundo. No hay que ser muy sabio para saber que son los grandes capitalistas,
los grandes financieros, las grandes oligarquías.
Hablemos de otro truco. A nadie se le ocurriría plantear que la necesidad de
alimentarse se puede representar como la libertad  para satisfacer el
hambre.  Todos sabemos que el reino de la libertad empieza cuando se tienen 
cubierta las necesidades básicas. Así que es un truco de mal gusto presentar
la necesidad de alimentación como un acto de libertad. Hay más: la verdadera
libertad, la superación del reino de la necesidad, se logra, a juicio de
Marx, con la reducción de la jornada laboral. Ahí está la clave de la
verdadera libertad humana y no en esos trucos conceptuales que transforman
las necesidades en libertades.

Hambre, prensa y democracia

Amartya Sen, en un articulo publicado en Clarín Digital y titulado Hambre,
prensa y democracia, dice los siguiente: “La existencia y el ejercicio de
las libertades y los derechos políticos, incluida la libertad de expresión,
hacen más fácil evitar desastres económicos como las hambrunas. En la
terrible historia de las hambrunas, se destaca que no se produjo ninguna
hambruna significativa en un país con forma de gobierno democrática y una
prensa relativamente libre”.  Y más adelante dice esto otro: “Sin embargo,
China no fue capaz de evitar la hambruna. Se calcula que las hambrunas de
China de 1958 a 1961 mataron a 30 millones de personas, diez veces más que
la gigantesca hambruna de 1943 en la India británica. El llamado gran salto
adelante iniciado a fines de los años 50 fue un fracaso masivo, pero el
gobierno chino se negó a admitirlo y siguió aplicando dogmáticamente las
mismas políticas desastrosas durante otros tres años. Es difícil imaginar
que esto hubiera podido pasar en un país que tiene elecciones regularmente y
una prensa independiente”.
Esta es una forma caprichosa de razonar, de enlazar cosas sin fundamentos ni
pruebas, sencillamente para servir a los intereses del capitalismo. Hagamos
gala de un juicio caprichoso. Las dos guerras mundiales fueron obra de los
países más avanzados y democráticos del mundo. Y estos países estaban en
posesión de la prensa más “libre” e independiente” del mundo. Pero  en la
segunda guerra mundial, sólo en la Unión Soviética, hubo 30 millones de
muertos. La pregunta sería: ¿cómo habiendo democracia y prensa independiente
no se evitó esa masacre? Esto sería una pregunta estúpida, puesto que lo
cierto es que se produjo esa masacre,  y no sería la presencia o ausencia de
democracia la causa que lo explicara. Todo el mundo sabe que lo hay de fondo
en toda guerra son los intereses económicos y no ninguna clase de intereses
humanitarios o democráticos.
Del mismo modo se tendría que dar primero en los países democráticos la
posibilidad de una hambruna para preguntarse después si la democracia sería
un medio para evitarla o no. Y mientras esta posibilidad no se de, la
afirmación de Sen carece de fundamento. De todos modos es una asociación
caprichosa la de la democracia con la hambruna, es sencillamente un medio
para criticar al socialismo chino.  No digo que el socialismo chino no pueda
ser criticado por sus errores, que los tuvo y los tiene, pero hay críticas y
críticas: hay críticas que pretenden mejorar el socialismo y otras que
pretenden liquidarlo.
Hablar de que la prensa en los países capitalistas es libre e independiente
es una burla, un engaño que nadie debe tragarse. En primer lugar la prensa
está en manos privadas. De manera que la prensa no es independiente de esos
intereses privados. Será supuestamente independiente de los intereses del
gobierno de turno, pero no de sus propietarios. Y en segundo lugar, los
creadores de opinión, los directores de informativos y los periodistas más
famosos del mundo ganan mucho dinero, hecho que los convierten en
capitalistas.  De manera que no podemos esperar ninguna independencia de los
intereses del capital por parte de aquellos que son capitalistas y se
alimentan del sistema capitalista.
En lo que se refiere a que la prensa es libre, sin duda que es libre. Pero
la cuestión es saber quién ejerce esa libertad. Y los que ejercen la
libertad de expresión son los grandes periodistas y líderes de opinión que
mencionamos antes. La libertad es directamente proporcional al poder que se
ostente. Y los trabajadores, y en especial sus capas pobres, carecen de
poder o el que tienen es muy raquítico. Así que de poca libertad pueden
disfrutar.
Dado que las hambrunas afectan a muchas menos personas que el hambre crónica
y son más ocasionales, cabe preguntarse por qué Sen hace tanta incidencia en
las hambrunas. A mi no me cabe la menor duda: tiene mayor rentabilidad
ideológica y política. Los burgueses siempre buscan la manera de afear el
socialismo. Pero contraataquemos. Fian Internacional el 13 de octubre de
2005 hizo público el siguiente comunicado: “La India es el país con el
número más alto de personas en el mundo sufriendo de hambre. Casi un cuarto
del total mundial de los desnutridos vive en la India”. Habría que
preguntarle a Sen cómo es posible que esto suceda si en India hay
“democracia” y “prensa independiente”.
Sigamos contraatacando. En Tierramérica, en la sección Noticias, el 28 de
octubre de 2006, podemos leer lo siguiente: “La Corte Suprema de Justicia de
India debió intervenir en septiembre para obligar al gobierno a distribuir
el excedente de arroz y trigo entre los famélicos de una población nacional
de 1.000 millones de habitantes. “Nuestros graneros están rebosantes porque
la gente no tiene con qué comprarlos”, afirmó el ministro de Agricultura,
Ajit Singh. Singh fue el primer político del partido del gobierno, a nivel
federal, en describir una situación en que millones de personas mueren de
hambre mientras las autoridades se quejan del excedente de grano, que
llegará a 80 millones de toneladas, según estimaciones”. A Sen y a todos los
empiristas les encanta hablar de la causalidad y de las relaciones de la
causalidad, pero no quieren ver lo que tienen delante de los ojos: el
sistema capitalista genera hambre por un lado y sobreproducción por otro
lado. Ya lo dijo Marx hace muchos años: la causa de todas las crisis está en
el bajo poder adquisitivo de los trabajadores.
Realicemos el último contraataque.  En el Correo, en junio de 2001, P.
Sainath, un periodista indio independiente, se expresa en los siguientes
términos: “A comienzos de mayo de este año, la Suprema Corte india tuvo que
intervenir para que el hambre pudiera regresar a la primera plana de la
prensa. Es un caso sorprendente. ¿Quién habría imaginado que una publicación
necesita que la justicia le diga que el hambre sigue siendo un tema
importante en este país y en el resto del sudeste asiático?
India, Pakistan y Bangladesh declararon en los últimos años que poseían un
excedente de 50 millones de toneladas de alimentos. Pese a todo, entre los
tres vecinos reúnen la mitad del hambre del mundo. …Cifras recientes del
gobierno demuestran que en Anantapur, uno de los distritos de Andhra, entre
1997 y 2000 se suicidaron 1.826 personas, sobre todo agricultores con
pequeñas propiedades inferiores a una hectárea. Una vez más los medios de
comunicación optaron por mirar en otra dirección, permitiendo que las
autoridades manipularan informes sobre las razones de esas muerte. …En el
decenio pasado, la prensa india –obsesionada por los temas triviales- dedicó
enorme espacio a explicar que la floreciente clase media india por fin tenía
acceso a las hamburguesas McDonald´s  y a las marcas más sofisticadas de la
moda internacional. O a escribir sobre la proliferación de clínicas para
adelgazar y concursos de belleza. Esos son temas que generan rédito
publicitario, no las desagradables historias sobre gente muriendo de hambre
o la falta de agua potable aun en el corazón de las grandes ciudades. Las
contradicciones de India se reflejan en la prensa. Por un lado, están los
grupos humanos excedidos en peso que pagan miles de rupias para adelgazar en
clínicas especializadas; por el otro, hay miles de personas que mueren de
hambre. Los medios de comunicación prefieren la primera parte de la realidad
e ignoran la segunda”.
¿No es evidente que el pensamiento de Sen, que una prensa “independiente” y
“libre” sería un freno para la pobreza, carece de fundamento? ¿No vemos el
ejemplo en  India? En primer lugar, la prensa burguesa se ocupa de problemas
triviales y oculta los graves problemas de la gente sencilla. La prensa
burguesa como el pensamiento burgués actual es superficial y banal. Y en
segundo lugar, los medios de comunicación son empresas capitalistas y lo que
buscan es vender lo más que puedan. No son independientes de las ventas ni
de las ganancias. Así que es un engaño lo que dice Sen. La prensa
“independiente” no es un remedio para evitar el hambre ni la hambruna. Y si
en algún caso se ocupa de los problemas del hambre, lo hará porque así se
vende más ejemplares.

(ok, está bien todo el analisis que hace de la prensa. pero no se puede negar que con democracia y con libertad de expresión se puede generar mas presión social para que estas cosas no sucedan)

La visión de Marx sobre los pobres

El capital produce pobres de diversas maneras. Hablemos de dos de ellas.
Una: al avanzar la acumulación capitalista varía la proporción que se da
entre capital constante, dinero invertido en medios de producción, y capital
variable, dinero invertido en fuerza de trabajo. Si originariamente esta
proporción era de 1: 1, después se convierte en 2:1, 3:1, 4:1, etcétera, de
modo que se va invirtiendo progresivamente cada vez menos en fuerza de
trabajo y más en medios de producción. Escuchemos a Marx: “la acumulación
capitalista produce constantemente, en proporción a su energía y a su
volumen, una población relativamente adicional, es decir, sobrante para las
necesidades medias de valorización del capital y, por lo tanto, superflua.
Y dos: el gran capital de continuo destruye al pequeño capital y, con ello,
destruye los puestos de trabajo creado por el pequeño capital. Por lo tanto,
los pobres son un producto del capital y no algo independiente del cual es
difícil saber sus causas. En una sociedad capitalista los puestos de trabajo
los crea el capital; y si hay pobres, será porque el capital es incapaz de
crear los puestos de trabajo que necesita en la actualidad la humanidad.
Hecho que pone de manifiesto que el sistema capitalista se ha convertido en
un obstáculo para el desarrollo libre y armonioso de la humanidad.

Francisco Umpiérrez Sánchez

espero comentarios del foro y del autor también.

Leandro

Mira trabajo con el Observatorio sobre Desarrollo Humano en colombia, me gusto tu artiulo y me gustaria que con un brebe resumen q no ´pasara de 2000 palabras pudieras partipar en la publicacion para el boletin que sacamos si etas interesado escribe y hablamos

Yesica Fernández Malo

Te recomniendo que te contactes por E-mail con el autor Francisco Umpierrez ya que si bien envió algunos artículos al sitio, quizás no lea tu comentario, su email es Fumsa arroba msn punto com

Un saludo,

Federico

Federico

estoy estudiando a SEN recientemente me llamo la atencion poderosamente su punto de vista y en muchas cosas tengo criterios compartidos con el sobre todo porque logro ver algo tan usado por los economistas comtemporaneos como la riqueza pero vista desde la optica del los que sufren de pobreza.

pero el comentario de la auntor de este foro da una nueva prespectiva y motiva a reflexionar sobre la teoria del desarrollo y lebertad.

este es un escelente articulo.

Me parecen buenas las reflexiones que propone ante esta  lectura.

Señores,

el autor del presente artículo cuestiona a Sen como un búrges categórico y no muy tinoso en su filosofía de pobreza. Tiene su postura y es interesante como a travez de pequeños extractos de frases de Amartya Sen intenta esquematizar toda un éxitosa trayectora contra la lucha de la pobreza. Sen ha aportado al mundo del desarrollo un entendimiento más humano, que trasciende la definición más inmediata de la pobreza: no tener y no poder acceder a las cosas básicas que uno necesita. De ahí que el la medida que más refleja el impacto y la realidad humana de una nación sea hoy en día el Indice de Desarrollo Humano, ideado por Sen. Toda teoría busca perfeccionar anteriores, todas buscan eficiencia cuando saltan a coexistir con la realidad de una sociedad. Escribo esto para prevenir a toda persona que no ha sido informada sobre los logros históricos que las teorías bajo el pensamiento de Sen han logrado, sobre todo en la India. Lo que si es ridículo es reducir a Amartya Sen a un burgés que ha papitado la dinámica de la pobreza metido en casas de barro. La retórica del autor es buena, pero inútil cuánto al mensaje que quiere transmitir, puesto que la complejidad del mundo de la pobreza va más allá de políticas de redistribución de ingreso.

Excelente análisis, sólo le he dado una lectura a vuelo de pájaro, pero es sumamente importante.

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