Un proceso de industrialización requiere de dos tipos de visión: Uno, cortoplacista de carácter visionario que impulse los planteamientos pertinentes para alcanzar las metas establecidas, y otro de largo plazo, que indique los efectos que tendrán las decisiones precedentes al desarrollo del modelo; ahora, sin desalentar los procesos de equilibrio que pueden resultar dinámicos mientras las variables endógenas se acomodan perfectamente al planteamiento de núcleo endógeno que busca la formación “por acumulación” de una cadena industrial productiva con carácter eficiente, creativo e innovador.
La búsqueda del crecimiento económico mediante procesos agresivos de industrialización, objetivan el paulatino desarrollo frente a condiciones tanto positivas, como adversas que pueden resultar de la incertidumbre con que las nuevas practicas idealizadas se fusionan con la realidad de la economía una vez se decide un rediseño de sus variables. No esta de más considerar que los planteamientos de nuevas alternativas tomen posiciones agresivas dispuestas a alcanzar el cambio en un tiempo prudente, de manera que los efectos venideros motiven su aceleración.